¿Por qué no hay que quitarse los zapatos en un avión?
Aunque no está prohibido quitarse el calzado durante un vuelo, lo más recomendable es no hacerlo. Estas son las razones
Seguramente muchos pasajeros habrán pasado por la misma situación en un vuelo de larga distancia: acomodarse en el asiento, abrocharse el cinturón, envolver las piernas en una manta y pensar… ¡estaría más cómodo sin no llevara los zapatos puestos!
Los pies son uno de los principales afectados la hora de viajar. Muchos viajeros ven como se hinchan con las horas, y no precisamente por efectos de la presión, sino por el hecho de estar sentado tanto tiempo sin caminar.
El debate está puesto sobre la mesa ¿conviene quitarse o no los zapatos? Pues la gran mayoría de tripulantes de cabina y expertos recomiendan no deshacerse de ellos, aunque se sacrifique un poco de comodidad.
Cuestión de seguridad
Es probable que si no se toman las medidas de higiene necesarias, quitarse los zapatos podría hacer que la cabina tenga algo de mal olor, incomodando a los demás viajeros. Pero llevar el calzado puesto es vital durante una emergencia aérea, a pesar de que no forme parte de la información de seguridad del vuelo.
Durante una emergencia no puede haber objetos bloqueando el camino hacia la salida, así como fuera de la aeronave. Tener que ponerse los zapatos en caso de una incidencia podría quitar tiempo valioso, tanto al pasajero descalzo como a los demás que quieren evacuar la aeronave.
Gérmenes y bacterias en el piso
El suelo de un avión no es precisamente la superficie más limpia para caminar descalzo, sobre todo el de los lavabos. Los baños de una aeronave se desinfectan entre los vuelos, pero más allá de una limpieza rápida y el reabastecimiento de papel higiénico, rara vez se atiende el piso mientras se está volando.
Ir cómodo en un vuelo no solamente hace referencia a viajar ligero de equipaje, sino ir con la ropa más adecuada para estar sentado por varias horas. Es por ello que se recomienda no llevar zapatos ajustados para no tener la necesidad de retirárselos, y darle espacio a los pies en caso de que se hinchen.
No tener los zapatos puestos puede ponerlo en desventaja a la hora de una emergencia.
Si se persiste en dejar los zapatos a un lado, lo mejor es llevar un par de pantuflas o calcetines gruesos, destinados únicamente para los viajes. Si se cambia de calzado por uno más abierto, las recomendaciones en cuanto a higiene sobran: talco o desodorante serán muy agradecidos por los tripulantes de cabina y los demás viajeros.
Otras recomendaciones
Con o sin zapatos, los podólogos recomiendan que en un vuelo de larga distancia es importante realizar cortas caminatas por los pasillos de los aviones para que la sangre circule y no se hinchen los pies.
Si se está sentado es importante mover los pies y los tobillos en varias direcciones con frecuencia.
Retirarse el calzado no está prohibido a bordo, pero si se decide hacerlo es recomendable ser ordenado y dejar los zapatos debajo del asiento que está delante, y si es posible guardarlos en una bolsa para que no se pierdan en el vuelo.