Paneles solares hechos con bacterias que producen energía con poca luz
El desarrollo permitiría utilizar energía solar en entornos con pocas luz y en regiones donde es habitual que esté nublado
El desarrollo de la Universidad de British Columbia aprovecha la capacidad que tienen algunas bacterias para producir energía a partir de la luz. En este caso se trata de una combinación de bacterias modificadas y de elementos fotosintéticos. El resultado es un compuesto biogénico: células fotovoltaicas hechas con organismos vivos.
Estos paneles fotovoltaicos, todavía en desarrollo, resultan más eficientes que los paneles sintéticos más comunes conservando buena parte de su capacidad para producir energía aunque no haya luz solar directa; por ejemplo cuando está nublado.
Según explican los investigadores los esfuerzos anteriores para fabricar células solares biogénicas se han centrado en utilizar el agente natural que utilizan algunas bacterias para realizar la fotosíntesis. Sin embargo extraer el agente fotosensible sin dañarlo en exceso es un proceso complejo y caro. «Nuestra solución supone un paso significativo para lograr que la energía solar sea más económica», dice Vikramaditya Yadav.
«El santo grial —dice Vikramaditya Yadav— sería perfeccionar el proceso para que las bacterias se conserven vivas y produzcan el agente fotosensible de forma indefinida.»
La solución desarrollada por el departamento de ingeniería química y biológica de la Universidad de British Columbia consiste en dejar ese agente natural en bacterias modificadas genéricamente para que además la produzcan en mayor cantidad. Después cubren las bacterias con mineral semiconductor y aplican la mezcla en una superficie de vidrio.
De este modo las células solares biogénicas pueden producir energía tanto cuando hay poca luz como cuando existe luz solar directa. Aunque todavía es pronto para conocer con exactitud el ahorro económico que supone este método —en comparación con otros similares— la simplificación del proceso de fabricación anticipa que su producción debería ser más limpia y barata, y sus desechos biodegradables.
Las aplicaciones para paneles solares de este tipo incluyen la producción de electricidad en regiones con pocas horas de luz solar directa y donde es habitual que los cielos estén nublados, caso de la propia Columbia Británica. Pero también, sugieren los investigadores, permitirá utilizarlos en minería, bajo tierra, bajo el mar y en otros entornos donde la luz es habitualmente escasa.
Y paneles solares que producen electricidad con lluvia
Esta investigación viene a sumarse a otras similares que se están en desarrolla en diferentes centros repartidos por todo el mundo. Recientemente científicos de la universidad china Océano, en Qingdao, han desarrollado un prototipo de panel solar que produce electricidad también cuando llueve y aprovechando reacciones químicas producidas por las sales presentes en el agua de lluvia.
De forma parecida investigadores del centro CEA, en Francia, están desarrollando materiales piezoeléctricos que convierten en electricidad la energía cinética de la lluvia, la energía mecánica que se transfiere cuando las gotas de agua golpean la superficie.
La combinación de estos materiales mejoraría la eficiencia de los paneles solares gracia a su capacidad para producir también energía cuando llueve.