Oscars vs Razzies: las peores películas también triunfan en taquilla
Las consideradas como peores películas son un éxito de audiencia que dejan una jugosa recaudación en taquilla
La resaca de los Oscars 2018 dejó un nuevo comentario incendiario de Donald Trump –que volvió a atacar vía Twitter un gran evento estadounidense–, una contundente reivindicación del papel de la mujer dentro de la industria del cine y, sobre todo, un nuevo impulso del negocio cinematográfico.
La ceremonia celebrada en el Dolby Theatre de Los Angeles sirve cada año para premiar las mejores películas del curso pero, además, da una segunda vida a films cuya audiencia no había sido la esperada en el mercado americano e internacional.
Las peores películas generan, a menudo, más recaudación que las mejores
Indudablemente, títulos como Tres anuncios en las afueras, La forma del agua o El instante más oscuro se beneficiarán de las estatuillas recibidas incluyendo en sus cárteles el famoso “ganadora del Oscar 2018”.
Mientras ese fenómeno se produce, no obstante, queda una revelación no tan sorprendente. Las películas que recibieron el dudoso honor de estar nominadas a los Razzies, premios a los peores largometrajes del año, generaron una recaudación en taquilla generalmente muy superior a aquellas reconocidas por la crítica durante los Oscars.
Emojis, Transformers y vigilantes de la playa
Las cinco películas nominadas a «peor película del año» fueron Emoji: la película, Transformers: el último caballero, Cincuenta sombras más oscuras, La momia y Baywatch: los vigilantes de la playa. La ganadora fue Emoji: la película, pero el certamen creó una categoría especial sólo para reconocer a Baywatch como «una película tan mala que te encantará».
El actor protagonista del remake que catapultó a la fama a Pamela Anderson, Dwayne La roca Johnson, no podía estar más contento y así lo expresó en un post de Instagram. No es para menos, teniendo en cuenta los réditos dejados en las salas de cine de todo el mundo.
«Transformers», «La Momia» y «Emoji» han llenado las salas de cine
De acuerdo al portal especializado Box Office Mojo, la historia plagada de hombres musculados y mujeres en bikinis diminutos generó un total de 177 millones de dólares sumando el mercado internacional y estadounidense. Una cifra nada desdeñable para los 69 millones que costó. Y aun así, se queda lejos de sus competidores.
La cinta donde los emoticonos cobran vida ingresó 217 millones, mientras que las aventuras de Optimus Prime dejan una cifra impactante. Sumó un total 605 millones de dólares que triplican su coste de producción de 215 millones. 50 sombras más oscuras consiguió 266 millones y Tom Cruise «se conforma» con los 409 millones de su Momia.
Un blockbuster entre indies
La gran triunfadora de los Oscar fue, para alegría del director Guillermo del Toro, La forma del agua. Sin embargo, a nivel recaudatorio, la indiscutible ganadora entre las nueve nominadas a mejor película fue Dunkerque, de Christopher Nolan.
La agónica huida de los soldados aliados consiguió la impresionante cifra de 525 millones de dólares, un éxito que al que sólo ha conseguido acercarse la sorprendente Déjame salir, escrita y dirigida por Jordan Peele, con 255 millones. La película del humorista, no obstante, costó sólo 4,5 millones. Un negocio redondo.
Un escalón por debajo de estos títulos se encuentran Los papeles del pentágono, La forma del agua, Tres anuncios en las afueras y El instante más oscuro. Se mueven entre los 130 y los 150 millones, destacando que la película dirigida por Spielberg es la única con mayores ingresos en los EEUU que en el mercado internacional.
«Emoji», ganadora del Razzie, ha generado una taquilla de 217 millones
Las tres películas restantes, Lady Bird, El hilo invisible y Call me by your name, de corte más indie y con historias enternecedoras que han enamorado al público, se conforman con unas ganancias totales de 59 millones, 38 millones y 32 millones de dólares, respectivamente.
La calidad y el esfuerzo de los creadores no muchas veces se imponen sobre el marketing y el efectismo de las súper producciones, pero recibe el aplauso unánime de la crítica. Hollywood, mientras tanto, sigue su curso de producción imparable.