Las ONG echan mano de la tecnología para combatir el escándalo Oxfam
Una app desarrollada en Málaga utiliza la tecnología "blockchain" para asegurar transparencia en el proceso de donaciones
Un grupo de programadores de Málaga emplea la tecnología «blockchain» o de cadena de bloques para desarrollar un sistema que dota de mayor transparencia a la financiación de las ONG y da fiabilidad a los donantes, a raíz de la crisis sufrida por la organización Oxfam Intermón. El sistema será presentado el próximo 28 de febrero a la organización de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef).
Se trata de una «smart wallet» o cartera inteligente cuyo acceso está protegido por dos claves, una en posesión del donante y otra del profesional que está sobre el terreno resolviendo el problema humanitario en cuestión, y son necesarios ambos permisos para transferir el dinero.
Las donaciones están sujetas a condiciones que justifican que el objetivo de la donación se ha cumplido, de forma que si el objetivo es liberar a una persona de adicciones, el dinero no se libera hasta que no envía sus análisis limpios de drogas. Si el objetivo es obtener asilo por parte de un refugiado, el dinero se envía a la cartera que se encuentra en el campo de refugiados, pero no se libera hasta acreditarse la obtención del asilo.
De esta forma, se eliminan las incertidumbres de los donantes, que saben que llega el dinero y no se cobra hasta que no se consigue el objetivo y se incentiva tanto a los profesionales como a las personas a las que se les presta ayuda. Se trata de una innovación tecnológica que será ofrecida gratuitamente con licencia Creative Commons a todas las organizaciones o instituciones que quieran lograr la transparencia.
La aplicación fue desarrollada a partir del I Hackaton Crypto Marbella, celebrado en diciembre
La aplicación, denominada Ethereum, ya se ha puesto en marcha en Málaga con un caso particular: el de Esther, una mujer que tiene dos hijos con su todavía esposo, que permanece en prisión condenado por malos tratos. La situación padecida por esta malagueña le hizo caer en la dependencia de los somníferos y llegó a necesitar más de 20 sedantes al día, que terminó mezclando con alcohol.
Esther perdió la custodia de sus dos hijos y terminó durmiendo en la calle, pero ha logrado recuperarse gracias a la ayuda de la Casa de la Buena Vida, el centro solidario de recuperación de las adicciones ubicado en la barriada malagueña de Palma-Palmilla. Ella ya ha obtenido el primer dinero procedente de una donación mediante este sistema y no ha podido ingresarlo hasta presentar las analíticas de sangre que demuestran que «está limpia».
Esta aplicación fue una de las desarrolladas a partir del congreso de programadores informáticos, el I Hackathon Crypto Marbella, celebrado el pasado diciembre con el objetivo de resolver problemas actuales. En el encuentro se constituyó la comisión de desarrolladores e investigadores de «blockchain» en la que se propuso participar al concurso convocado por Unicef para implementar la tecnología de cadena de bloques en el rescate de niños en los campamentos de refugiados.