Más de 900 millones de móviles con Android están en riesgo de ser hackeados
Una serie de vulnerabilidades en un chip permite que un pirata informático tome el control del móvil y borre o manipule la terminal del usuario
Alerta a los usuarios de móviles que usan el sistema operativo de Android: hay más de 900 millones de terminales que están en peligro de ser infectados por virus maliciosos, debido a varios fallos de seguridad en los chips Qualcomm.
Un análisis de la firma de seguridad Checkpoint descubrió varias vulnerabilidades en la producción de estos chips, que se utilizan en los móviles inteligentes que usan el sistema Android. Estos fallos, conocidas como Quadrooter, permitirían a un pirata informático introducirse en el sistema de la terminal como ‘root’ (administrador), y tomar el control operativo de los aparatos y acceder a toda la información del usuario, ya sea las aplicaciones, las imágenes, los videos y la identidad del propietario, un material que puede utilizar, extraer o directamente borrarla.
Para poder infiltrarse en el móvil, el hacker debería instalar un malware (software malicioso), pero a diferencia de otros programas similares, el problema de esta vulnerabilidad es que no se pedirían permisos especiales al usuario. Cuando uno descarga una aplicación que supone segura, desde Google Play, podría venir acompañada por este software dañino.
Los modelos en riesgo de infección
El listado de los móviles vulnerables abarca a muchos modelos de gama alta y media, como el Google Nexus 5X, Nexus 6 y Nexus 6P; los HTC One, HTC M9 y HTC 10; los modelos de LG G4, G5, y V10; los Moto X de Motorola; BlackBerry Priv; Blackphone 1 y Blackphone 2; los OnePlus One, OnePlus 2 y OnePlus 3; los Samsung Galaxy S7 y Samsung S7 Edge fabricados en Estados Unidos; y el Sony Xperia Z Ultra.
Por ahora no hay evidencias de que se hayan producido ataques o ciberrobos, pero según los responsables de Checkpoint, la prueba de fuego podría venir dentro de tres o cuatro meses.
Luego de haber detectado la falla, Checkpoint estuvo trabajando seis meses para crear un parche, que fue distribuido a los fabricantes de teléfonos; aunque todavía no se sabe cómo harán para actualizar los móviles y que sean más seguros.