Los hackers revientan los cargadores públicos para móviles
Cargar el móvil en puertos USB públicos comporta riesgos como el "juice jacking", un método con el que los hackers acceden a los datos
Con el advenimiento de los smartphones, se comenzaron a incorporar en sitios públicos puertos USB para cargar móviles de forma conveniente. Los hay en aeropuertos, salas de espera, restaurantes, medios de transporte público, hoteles y hasta parques urbanos. Los cargadores públicos se han convertido en auténticos salvavidas para quien tiene la batería en mínimos y aún no llega a casa o al trabajo para recargar, quizá con mensajes importantes por responder o asuntos que resolver. Pero hay razones para evitarlos.
Y es que los hackers malintencionados han hallado la forma de reventar el confort de enchufar el móvil en un cargador público. Los puertos USB de uso compartido son tan susceptibles al software malicioso como cualquier otro, por lo que los piratas informáticos pueden acceder a los datos de los móviles que se conectan a cargadores infectado. Esta técnica de ciberdelincuencia se conoce como «juice jacking» y puede comportar el hurto desde información personal hasta datos bancarios y, por ende, pérdidas monetarias.
El «juice jacking» no es nuevo; su origen se remonta prácticamente al desarrollo de los puertos USB. Pero su aplicación es cada vez más notoria. De hecho, hace unas semanas, la Fiscalía de Distrito del Condado de Los Ángeles (Estados Unidos) alertó del fraude de la estafa del cargador USB a raíz de las tantas denuncias recibidas al respecto. «Los viajeros deben evitar el uso de estaciones públicas de carga USB en aeropuertos, hoteles y otros lugares porque pueden contener malware peligroso», ha aconsejado la entidad.
«Los delincuentes ponen malware en estaciones de carga o cables que dejan enchufados en las estaciones», de forma que «pueden infectar los teléfonos y otros dispositivos electrónicos de usuarios desprevenidos», ha añadido la Fiscalía angelina. «El malware puede bloquear el dispositivo o exportar datos y contraseñas directamente al estafador».
Consejos para evitar el «juice jacking»
Las estaciones públicas de puertos USB no son el único método que tienen los usuarios para cargar el móvil cuando están fuera de casa o del trabajo. Una alternativa es no solo llevar siempre un cable USB para cargar el smartphone, sino también el cubo o caja de poder con el que puede enchufarse directamente a la corriente. Para ello será necesario encontrar un enchufe convencional, pero de esta forma es posible asegurarse de que el móvil no será infectado por ningún malware.
Las baterías externas también darán más seguridad que un cargador público, o en su defecto si se tiene un ordenador portátil propio a mano también se estará más protegido que en la intemperie de ciberseguridad que supone, por ejemplo, cargar el móvil en una estación de aeropuerto. También se ha inventado ya el «condón USB», que funciona como puente entre el puerto USB del sitio público y el cable para cargar, de forma que transmite la energía pero impide la transferencia de datos.