Los desarrolladores de videojuegos no se fían de Google Stadia
El sótano de Google está lleno de cadáveres de productos y servicios, lo que (con o sin motivo) intranquiliza a muchos desarrolladores de videojuegos
El Cementario de Google existe. Un camposanto donde descansan más de 160 cadáveres de productos, servicios y aplicaciones que no lo han conseguido. Productos que han fracaso por diferentes motivos o que Google directamente ha eliminado o abandonado en ocasiones —dicen desde The Google Cementery.— «para quitarse de en medio a competidores»,
Uno de los casos más recientemente es el cierre de Google+, aunque solo en 2019 hay hasta una veintena de nuevas sepulturas en The Google Cementery
Y para 2020 ya hay programados funerales para otros tres servicios más de Google, incluyendo el popular Google Hangouts cuyo entierro está previsto para dentro de un año.
Al parecer esta tónica de Google está sembrando dudas entre algunos desarrolladores de videojuegos de cara a Google Stadia, el servicio de videojuegos en streaming de la compañía, según recoge la publicación Games Industry.
Hasta ahora quienes han probado Stadia creen que el servicio es «demasiado lento, caro y confuso» cuando se utiliza en el mundo real y no en condiciones ideales, por ejemplo utilizando conexiones a internet realistas y compartidas con otras personas: a diferencia de lo que sucede con, por ejemplo, los contenidos de Netflix, «una partida en tiempo real no se puede guardar en un búfer» para evitar que se entrecorte.
Pero las preocupaciones de muchos desarrolladores tienen un origen diferente al funcionamiento y funcionalidad de Stadia: temen que Google cancele el servicio de videojuegos en algún momento futuro.
«El destino por defecto de cualquier tecnología es fracasar»
En base a (y en contra de) este temor compartido se pronuncia Gwen Frey en una entrevista para Games Industry. Frey es autora de uno de los primeros juegos disponibles en Stadia y —a diferencia de los desarrolladores a los que se refiere— se muestra «optimista» con respecto a Stadia.
Aunque «todo el mundo acepta que el streaming es casi inevitable —dice Frey— la mayor preocupación de los desarrolladores con Stadia es que deje de existir.» No porque no vaya a funcionar ni porque el streaming no sea «el futuro», sino porque Google lo pueda cancelar.
Para Frey ese temor es «un poco tonto» y no está justificado en este momento. «El destino por defecto de la tecnología es fracasar, y cuando trabajas en tecnología tienes que estar dispuesto a hacer movimientos audaces y probar cosas que podrían fallar.»
Y aunque Frey reconoce que Google «ha cancelado muchos proyectos» también hace notar que otros muchos —desde Google Maps a Gmail pasando por los móviles Pixel— siguen ahí. «No es que Google cancele cada maldita cosa que hace.»