Internet integrará olfato, sabor y tacto en 2030
Gracias al 5G y la inteligencia artificial, en 10 años se podrán transmitir por las redes sentidos como el olfato, el tacto o el gusto
El internet de las cosas está dotando a los objetos de inteligencia para llevar a cabo actividades varias. Pero con las nuevas tecnologías que están apareciendo cada vez más desarrolladas —como el 5G, la Inteligencia Artificial o un mayor número de datos—, ya se puede vislumbrar un futuro más lejano. Un escenario donde los sentidos humanos tomen parte de esas tecnologías y pasen a estar digitalizados, hasta el punto incluso de que el interfaz se sitúe en el cerebro en vez de en las pantallas de los dispositivos.
Así lo indica un estudio que recoge las tendencias de consumo a 10 años vista y las resume en un concepto: el internet de los sentidos, dentro de «un mundo en el que todos los sentidos humanos estén digitalizados».
En este hipotético mundo, los encuestados apuestan en que el gusto, olfato y tacto se integren en las redes online del año 2030. «La tecnología habilitará un internet de los sentidos completo para el 2025 e incluirá la capacidad de comunicar digitalmente el pensamiento para 2030», explica Guillermo Quintana, director de banda ancha móvil de Ericsson España, al diario El Mundo.
«Parece ciencia ficción, pero sólo hay que retroceder una década atrás, a la época del 3G, y no existirían Uber, Airbnb, Spotify…», repasaba recientemente José Antonio López, director de Ericsson en España. Los consumidores pronostican la aparición de dispositivos bucales que permitan dotar del sabor que se quiera a cualquier alimento ingerido. Además, un 44% de los consumidores prevé que en 2030 haya acceso a recuerdos gustativos y un 38% que los sabores puedan ser compartidos con los amigos.
Otro de los avances que se pronostican es la mejora de experiencias táctiles, que hasta ahora se quedan en la vibración de los mandos de videojuegos. Concretatamente, el informe cuenta cómo seis de cada 10 consumidores consultados creen que en 10 años los teléfonos móviles serán capaces de reproducir formas y texturas. En cuanto al olfato, el 60% de los consumidores espera para 2030 la emulación de aromas. «El 56% espera poder percibir digitalmente todos los olores en las películas que vean dentro de una década”, subraya Quintana.
El cerebro al mando de las conexiones
Entre las tendencias de consumo recogidas por el informe, está la de que el interfaz para la navegación se sitúe en el cerebro humano, de manera que las rutas sean virtuales y el pensamiento guíe la navegación. Esto supondría el final de los teclados, los ratones y las pantallas.
A modo de ejemplo, seis de cada 10 encuestados esperan que, únicamente con pensar en mostrar mapa «aparecerá un mapa justo frente a sus ojos», apunta Quintana.