La nación espacial que quiere estar «fuera del control de los estados»
El Reino de Asgardia tiene el tamaño de una caja de zapatos y más de 200.000 ciudadanos "selectos"
El estado asgardiano, formalmente conocido como el Reino Espacial de Asgardia, de momento no está reconocida como nación por ningún país terrestre ni por las Naciones Unidas. Pero teniendo que cuenta que su objetivo es existir sólo en el espacio y «fuera del control de las naciones» ni siquiera debería preocuparse por ese reconocimiento.
El territorio nacional de Asgardia mide 30 x 10 cm: el microsatélite Asgardia-1 es el espacio soberano de Asgardia desde que se lanzó al espacio en noviembre del año pasado.
La selección de los ciudadanos podrá incluir pruebas de coeficiente intelectual
Hasta la fecha más de 200.000 personas de más de 200 países han obtenido la nacionalidad “asgardiana” desde la constitución, en octubre de 2016, de este “extraño pero intrigante experimento sobre tecnología, diplomacia, gobernanza y exploración espacial”.
Cada ciudadano de Asgardia paga una cuota anual de unos 100 euros. También es posible hacer donaciones al reino, como empresa o como ciudadano particular.
Se puede solicitar la nacionalidad asgardiana gratuitamente (sin contar la cuota anual) y directamente en la web de Asgardia.
De momento la entrada a Asgardia es prácticamente «libre», pero la nación espacial quiere que sus ciudadanos sean «los más creativos»: «la selección de los ciudadanos podrá incluir pruebas de coeficiente intelectual», dijo hace no mucho Igor Ashurbeyli, fundador de Asgardia.
Asgardia cuenta con una constitución votada y aceptada por más del 72% de los asgardianos, un código de conducta para sus gobernantes y un parlamento electo. El banco de Asgardia todavía está en constitución.
Por ahora el único beneficio que otorga ser ciudadano de Asgardia es disponer de entre 100 y 500 KB de espacio en la memoria del satélite Asgardia-1
El único beneficio que otorga ser ciudadano de Asgardia es, por ahora, disponer de entre 100 y 500 KB de espacio en la memoria del satélite Asgardia-1, para guardar datos. Los datos guardados dentro del espacio soberano de Asgardia, en la memoria de su territorio, quedan protegidos «de los gobiernos terrestres y de sus molestas leyes.»
Eso sí, siempre y cuando los datos que se importen en Asgardia no violen ningún ley terrestre: «Asgardia respeta los derechos de autor, los registro de marca y otros derechos de propiedad intelectual» terrestres.
