La ingeniería avanza con las carreteras que generan electricidad
Una empresa australiana crea un asfalto conductor de electricidad que podría utilizarse para cargar los coches eléctricos mientras circulan
La empresa australiana Talga Resources anunció un invento que podría permitir a los dueños de los coches eléctricos de marcas como Tesla o VW recargar sus baterías en carretera, mientras están circulando.
Se trata de un tipo de cemento conductor de electricidad que puede tener muchos usos dentro y fuera de las carreteras, pero cuya aplicación más emocionante sin duda es en las autopistas, donde puede llevar formas más dinámicas y hasta ‘wireless’ de cargar los coches eléctricos.
«En el futuro, Talga investigará el potencial del cemento conductor de electricidad para analizar su papel rentable en la habilitación de tecnologías de carga inductiva (inalámbrica) para vehículos eléctricos en condiciones dinámicas y estacionarias», adelantó la compañía.
¿Cargar el Tesla eléctrico en movimiento?
La compañía minera –que cotiza en ASX, la bolsa de valores de Australia– desarrolló un aditivo en su laboratorio de investigación y desarrollo en el Reino Unido. El aditivo es rico en grafeno, grafito y sílice, producto del procesamiento mineral de sus depósitos de grafito conductor en Suecia.
Talga afirma que este nuevo hormigón puede tener una infinidad de usos amigables con el medio ambiente, pues no solo es altamente conductor de electricidad sino que también es mucho más fuerte y resistente que el normal.
«Los resultados de las pruebas iniciales muestran que el cemento conductor de Talga logra una conductividad eléctrica tan alta que puede actuar como el elemento de calentamiento de una estufa eléctrica», diijo el director Mark Thomspon.
Además de cargar coches eléctricos, el hormigón conductor puede derretir la nieve durante el invierno
Thompson sostiene que este descubrimiento puede proporcionar «el máximo potencial para las opciones de desarrollo más rentables, escalables y ecológicas».
Por el momento, la compañía cree que el material puede tener un uso inmediato en los suelos con calefacción como un reemplazo de las instalaciones a base de agua caliente, en la provisión de pisos antiestáticos en los edificios, y una protección rentable contra rayos en distintas estructuras, puentes y turbinas eólicas.
Además, Talga vuelve a mirar a las carreteras no solo para recomendar su uso para los coches eléctricos, sino también para aplicarlo como un sistema ecológico de calefacción para derretir la nieve y el hielo durante el invierno, en sustición de otros sistemas que ya facilitan esta labor.