La herramienta espía de Google para evitar protestas de sus empleados
Los trabajadores de la multinacional denuncian que la compañía utiliza Google Calendar para destapar reuniones de más de 100 personas
La privacidad se ha convertido en uno de los grandes anhelos de los usuarios de internet. Sobre todo, después de que se hayan destapado un sinfín de casos en los que la intimidad personal se ve vulnerada. El último afecta a Google, el gigante por antonomasia de la red, cuyos empleados han denunciado que la compañía ha desarrollado una herramienta para conocer -y evitar- reuniones de más de 100 trabajadores.
Siguiendo un documento interno al que tuvo acceso Bloomberg y el testimonio de tres empleados, Google ha creado una extensión del navegador Chrome que se instalará en los ordenadores de trabajo de la plantilla, en la que cuenta con 60.000 personas. Esta nueva herramienta, desarrollada durante el pasado septiembre, permitiría a la compañía saber cuándo un empleado crea un evento en el calendario de Google al que asistirán más de 100 participantes o si contará con más de 10 salas.
Según la denuncia, el gigante de internet pretende evitar así actos de protesta internos. En concreto, el documento señala que la maniobra se trata de «un intento de la directiva de enterarse inmediatamente acerca de cualquier tentativa de organización del personal».
Tras conocer la existencia del documento, un representante de Alphabet, la matriz a la que pertenece Google, contactó con Bloomberg para desmentir la noticia, aludiendo que las afirmaciones son «categóricamente falsas». Y explicó, además, el propósito de la nueva extensión de Chrome. «Es un recordatorio emergente que pide a las personas ser conscientes antes de agregar automáticamente una reunión a los calendarios de un gran número de empleados», según recoge la cadena británica.
El representante de la compañía, añade la información, agregó también que la nueva herramienta nace por un incremento de los correos spam -aquellos no deseados y de envío masivo- en los calendarios y eventos internos. Según las explicaciones del gigante de internet, la extensión no recopila información de las personas ni las identifica, sino que simplemente ayuda a aumentar la velocidad en las comunicaciones de grupos con muchos empleados.
Los empleados, contra los métodos de la compañía
El pasado 21 de octubre, decenas de empleados de la sede de Google en Zúrich montaron un evento sobre los derechos de los trabajadores y hablaron de la sindicación -algo que no existe en la compañía- a pesar de que los directivos querían cancelarlo. Un mes antes, los asalariados de las oficinas de Pittsburgh (Estados Unidos) llevaron a cabo una votación para unirse al sindicato United Steelworkers, uno de los mayores de América del Norte y que cuenta con más de 860.000 miembros.
Desde hace un año, son muchos los escándalos que rodean a Google, pero la mayoría terminan cayendo en el olvido. Desde quejas de acoso sexual por parte de ejecutivos de mayor rango hasta la censura de un motor de búsqueda en China por no cumplir con la autorización del Ejecutivo.
Incluso la brecha salarial, provocada fundamentalmente por razones de sexo o raza, ha salpicado a la compañía. En este sentido, Google informó el pasado marzo de que ha destinado un total de 9,7 millones de dólares -8,78 millones de euros- a compensar esta situación en un total de 10.677 empleados.