La extensión de la red 5G, puerta de entrada rápida a ayudas de la UE
La propuesta de la Comisión Europea para inyectar fondos a países afectados por la Covid-19 exigen reformas que apuesten por una "economía verde y digital"
La revolución keynesiana de la UE está llamando a la puerta. Aunque el camino político que queda va a ser largo y complicado por la reticencias de los llamados ‘cuatro frugales’ —Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia— Europa va a financiar de una forma u otra y con miles de millones de euros varios proyectos en los países más golpeados por la crisis de la pandemia del SARS-CoV-2.
Pero esa inversión comunitaria va tener, lógicamente, una serie de exigencias que los países que aspiren a recibirla deberán cumplir.
La primera y principal es que el dinero se destine a la transición hacia una economía “verde y digital”. Por esta senda España tiene un plan de inversión casi inmediato que permitirá dar un gran salto tecnológico y sostenible al país: la extensión inmediata de la red 5G.
Según detalla el ‘Plan Nacional 5G’, la implantación de esta tecnología tendrá un impacto más allá de un mero cambio en las redes de telefonía móvil. Existe una expectativa global de que la 5G tenga un efecto transversal positivo sobre la economía y la sociedad.
La red 5G, cuyo despliegue estaba previsto este mismo año, facilitaría un cambio en el modelo productivo y mantendría a España como líder en extensión de la conexión de fibra e internet móvil
Las nuevas redes e infraestructuras de comunicaciones móviles proporcionarán los cimientos para un incremento exponencial del número de dispositivos conectados y una ampliación sin precedentes de los volúmenes de transferencia de datos y las capacidades de gestión remota en tiempo real. Es decir, la extensión de la red 5G es primordial para el desarrollo de la transformación digital de España.
Beneficios de 14.600 millones de euros
Tanto es así, que la propia UE ha realizado un estudio que cuantifica el éxito de esta inversión: de cumplir con la extensión de la red 5G en España en 2020, el impacto en la economía y el empleo será espectacular.
Solo en en los sectores de automoción, salud, transporte y “utilities”, España obtendrá unos beneficios indirectos de 14.600 millones de euros y una importante creación de empleos.
De hecho, con estas cifras en la mano, la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, ha instado a los Estados miembros a “limitar todo lo posible” cualquier retraso en sus asignaciones de espectro 5G.
Eso sí, para garantizar que Europa sea competitiva en la revolución económica que se avecina es fundamental que no pierda el tren de la 5G.
Por ello que los países miembros de la UE mantengan sus planes de despliegue de la nueva tecnología móvil es clave par consolidar una posición de privilegio y que las empresas del viejo continente aumenten su competitividad. Y aquí se presentan los primeros problemas serios.
Por un lado, la crisis económica. Tiene, dentro de lo que cabe, una posible solución a la vista. El otro inconveniente es más complicado.
Los vetos que la política comercial ultra proteccionista que Donald Trumpestá imponiendo a Huawei pueden provocar que Europa pierda una gran oportunidad. Porque para desplegar la tecnología 5G de forma eficaz, rápida y segura, la firma china es puntera y ahora mismo la única capacitada para conseguirlo.
El presidente de Telefónica, una de las grandes multinacionales de comunicaciones europeas, tiene claro que la presencia de la empresa china es clave si lo que se busca es ir un paso por delante. José María Álvarez-Pallete ha señalado que «Huawei va entre 2 años y 18 meses por delante de Ericsson y de Nokia en equipamiento y en estándares de 5G. Por lo tanto, si Europa hace un bloqueo a Huawei, perderá la posibilidad de acelerar su despliegue».
Ese freno sería un gran inconveniente para el viejo continente y permitirá a EEUU reducir la brecha tecnológica a la que se enfrentaría con una Europa digitalmente conectada a las capacidades y velocidades que ofrece la 5G.
La propia Alemania también es consiente de que su país no puede permitirse un retraso en la aplicación de esta tecnología. El ministro de Interior del Gabinete de Angela Merkel, Horst Seehofer, ha señalado que la mera exclusión de Huawei de la puesta en marcha de la red 5G “podría retrasar el despliegue de la red entre cinco y 10 años”.
«No creo que podamos construir rápidamente una red 5G en Alemania sin la participación de Huawei», ha señalado. Además, el político alemán ha resaltado que está «en contra de sacar un producto del mercado solo porque existe la posibilidad de que algo suceda».
Competencia internacional
No solo EEUU busca subirse al carro de 5G de forma rápida. Los principales países avanzados se centran en la inversión en TIC para reiniciar la economía tras la crisis provocada por la Covid-19.
Por lo tanto quedar rezagados respecto a otros competidores en el despliegue de 5G, hará perder posiciones en la clasificación de digitalización en la que ahora España ocupa una posición de privilegio por su buen despliegue de fibra hasta los hogares y su buena cobertura 4G. Pero frenar esta progresión hará perder el paso y, por lo tanto, competitividad.
China va aumentar su inversión en TIC un 13,2%, a pesar de la caída del PIB del gigante asiático. Japón, que tenía previsto lanzar su 5G con las Olimpiadas de Tokio, mantiene su intención de implementar la red este mismo verano.
Países Bajos también mantiene los planes de extender su cobertura 5G. Corea del Sur, por su parte, va a duplicar su inversión en desarrollo de la red para liderar la transición al nuevo escenario económico surgido tras la crisis de la COVID-19. Además va a poner en marcha un plan ambicioso de incentivos para que los inversores apoyen en la expansión de la tecnología y contribuyan, de paso, a paliar los efectos de la crisis.
España está, por lo tanto, ante una gran posibilidad de invertir en una tecnología capaz de generar empleo, riqueza y oportunidades de forma casi inmediata y de liderar y otorgar herramientas de competitividad a sus empresas para promover el necesario cambio de modelo productivo que precisa este país.