La crisis de Huawei en EE UU también afecta los portátiles
Los clientes de Huawei exigen una aclaración a Microsoft por las implicaciones del veto de Trump en los ordenadores y sus sistemas operativos
El desenlace del veto a Huawei en los Estados Unidos es un grifo cuyo flujo no amaina. Las implicaciones de la orden ejecutiva que Donald Trump firmó la semana pasada no solo afecan los equipos de redes 5G y los móviles del fabricante chino, que esta semana perdió acceso a la versión de Android más popular del mundo, desarrollada por Google.
Los ordenadores portátiles también están empezando a desaparecer de las estanterías en los almacenes, y de las webs de comercio electrónico que operan en EE UU. Para peores, los consumidores entran en estado de confusión al no entender precisamente cuáles serán las consecuencias del veto en la relación entre Huawei y Microsoft, que guarda silencio.
Todos los portátiles de Huawei dependen del sistema operativo Windows de Microsoft, así como de los procesadores de Intel, otra tecnológica estadounidense que, según recoge la revista Forbes, aún no ha aclarado si seguirá siendo un proveedor de la empresa china o si, como muchas de sus pares, acatará la orden ejecutiva.
Y aunque Huawei dice que tiene un plan B para resolver la crisis de los móviles (está desarrollando su propio sistema operativo, que está «lejos de estar preparado«), la realidad de los ordenadores es mucho más compleja y no es tan fácil de resolver como simplemente cambiar un software por otro.
¿Seguirán teniendo Windows los portátiles Huawei?
Existe una posibilidad de que Huawei también esté preparando un sistema operativo para ordenadores, o que decida cambiar de Windows a Linux en portátiles como la Matebook X Pro –una de las asequibles del segmento–, pero esa no sería una solución muy popular. El usuario promedio que no usa productos Apple quiere que su equipo corra con Windows. Es lo normal.
Con respecto a los procesadores para ordenadores, es cierto que hay alternativas a los de Intel, pero el rendimiento de los portátiles caería considerablemente con chips de otras empresas o con su propio Kirin, de los que hay serias dudas sobre su potencial compatibilidad con el software de Linux o Windows (si la empresa decide mantener su relación con Huawei).
En buena teoría, los clientes que ya tienen un ordenador marca Huawei que funcione con Windows no deberían de tener problemas, dado que la licencia del sistema operativo es un contrato entre el usuario y Microsoft. Pero se desconoce si habrá actualizaciones o si Microsoft dejará de prestar servicios a estos consumidores, y la tecnológica guarda silencio.
Las cosas no pintan bien para Huawei. La tienda virtual de Microsoft ya no tiene el Matebook X Pro a la venta, y grandes tiendas estadounidenses como Best Buy también están vaciando sus estanterías de los productos de la firma china. La versión local de Amazon sí que sigue vendiendo portátiles, tablets y móviles de la marca, por el momento.
Mientras tanto, en la Casa Blanca, Trump dio una tregua de tres meses para aplicar el veto. El Departamento de Comercio dijo que la tregua da «la posibilidad de determinar las medidas a largo plazo apropiadas para las empresas de telecomunicaciones, extranjeras y estadounidenses, que en la actualidad utilizan los equipos de Huawei para algunos servicios esenciales».