La amenaza de los juguetes inteligentes
Una marca de smartwatches para niños no protege los datos de los dispositivos y cualquiera puede conocer la ubicación de los menores
En el ir y venir de unos años los dispositivos «inteligentes» aceleraron de cero a cien. Los productos que hace no mucho tiempo eran objetos de asombro y estaban reservados para unos pocos, navegan hacia la época navideña de 2018 como simples objetos de consumo para todas las edades, desde la infancia hasta la adultez.
Se multiplican en las estanterías y las tiendas online con la misma rapidez que las advertencias sobre su uso, en especial si alguien planea dárselos a los niños. Y es que los juguetes «inteligentes» para que los niños se diviertan mientras los padres les controlan podrían acabar siendo un despropósito en sí mismos.
Los expertos en seguridad se han dado cuenta de que, por ejemplo, los relojes «inteligentes» para niños que actualmente pululan en el mercado no solo ayudan a los padres de familia a rastrear a los pequeños, sino también a los delincuentes, convirtiéndoles en «wearables» totalmente contraproducentes (y peligrosos).
Nulo cifrado de los relojes «inteligentes» MiSafes
El fabricante chino de los dispositivos Mi Safes no guarda la mínima prudencia por la seguridad de los niños y ofrece un producto que, en lugar de ayudar a los padres a velar por el bienestar de sus hijos, podría ponerlos en apuros. La BBC informó de que estos relojes son fáciles de «hackear» porque «no cifran los datos que usan ni blindan las cuentas de cada niño».
Un informático mostró al medio cómo acceder a los datos de los relojes Mi Safes: es tan fácil como cambiar un 1 por un 2 en el código. De esta forma, los criminales podrían ver una fotografía del infante en cuestión, su nombre, género, edad, altura, peso, número telefónico y datos de contacto de sus padres. También pueden ver la ubicación exacta del dueño del reloj «inteligente».
El dispositivo tiene todos los ingredientes que se necesitan para un secuestro. El investigador de seguridad consultado por la BBC demostró que cualquier persona con conocimientos mínimos de informática puede rastrear los movimientos de los niños, escuchar y ver sus actividades e incluso llamarles haciéndose pasar por sus padres.
«Es probablemente el hackeo más simple que hayamos visto jamás», dijo el experto. «Desearía que fuera menos complicado, pero no lo es», agregó.
Los juguetes «inteligentes» para niños: todavía no
Después de la difusión del reportaje de la BBC, Ebay y Amazon dejaron de vender el producto en sus portales. El fabricante responsable del dispositivo no respondió las preguntas de la prensa y empezó a borrar su huella de la web a la luz de la investigación.
MiSafes está lejos de ser el único ejemplo del peligro que representa «el Internet de las cosas» para la infancia. En Alemania y Noruega ya han prohibido varios dispositivos y juguetes «inteligentes» por problemas de seguridad.
Esta es una arista interesante del momento que vivimos, cuando los avances tecnológicos de primer nivel se encuentran con el mercado para llegar a los consumidores mediante productos asequibles y de fácil uso.
Al tratarse de dispositivos dirigidos a niños, se entiende que los menores no tienen la capacidad para elegir qué datos comparten con sus apps y «juguetes», por lo que las autoridades recomiendan a sus padres no dotarles de estos productos hasta que la tecnología «wearable» esté definitivamente regulada.