Italia demanda a Apple y Samsung por ralentizar sus móviles
El regulador italiano de la competencia demanda a Apple por 10 millones de euros y a Samsung por 5 millones al acusarles de ralentizar los móviles viejos
Apple se metió en un lío en la recta final de 2017, cuando una investigación reveló que la tecnológica ralentizaba a propósito los modelos viejos del iPhone. Unas semanas después, Samsung enfrentó acusaciones también de obsolescencia programada por reducir el rendimiento de sus móviles con actualizaciones de software. Las empresas tendrán que hacer frente ahora a una demanda por 15 millones de euros interpuesta por el regulador italiano.
La autoridad italiana de la competencia y el mercado presentó cargos contra Apple por 10 millones de euros y contra Samsung por 5 millones, al considerar que incurrieron en «prácticas comerciales injustas» por la ralentización intencional de sus dispositivos. La demanda no se centra en las actualizaciones, sino en el carácter obligatorio que las mismas tenían para los usuarios, que no podían evitarlas y, por lo tanto, se exponían a la ralentización.
«Apple y Samsung inducieron a los consumidores –al proponer insistentemente continuar con la descarga (de las actualizaciones) y también por la asimetría informativa de los consumidores respecto a los fabricantes– a instalar actualizaciones de software que no eran compatibles con sus dispositivos, sin informarles adecuadamente ni proporcionar una forma efectiva de recuperar la funcionalidad completa de sus móviles», dice la demanda.
Las tácticas de ralentización de móviles viejos de Apple y Samsung
Después de la tormenta que significó la noticia, Apple reconoció que ralentiza el funcionamiento de los iPhones más viejos a propósito. La tecnológica pidió perdón y afirmó que restaba potencia a los dispositivos viejos para evitar apagonazos por baterías muy usadas o desgastadas. «Le diremos a los usuarios que estamos ralentizando el rendimiento de su dispositivo para evitar que se reeinicien inesperadamente, pero si no quieren que lo hagamos lo pueden apagar», dijo el consejero delegado Tim Cook.
Por su parte, Samsung exigió actualizaciones del software Android Mashmallow sin considerar que estas causarían daños importantes en los móviles Galaxy Note 4, y luego cobró a los clientes las reparaciones. En ese momento comenzó la investigación en Italia, a la que la tecnológica surcoreana respondió que no reduce el rendimiento de los móviles. «Cooperaremos plenamente con la autoridad italiana para la competencia y el mercado para aclarar los hechos», afirmó la compañía en enero.
La colaboración de Samsung sirvió de poco, pues la autoridad ya la incluyó en su demanda. Aunque su multa podría ser menor que la de Apple, porque la empresa estadounidense también es acusada de no informar adecuadamente a los consumidores acerca de las características esenciales de las baterías de litio ni acerca de los procedimientos correctos para darles mantenimiento.
La demanda es simbólica en el tanto esas son las multas máximas a las que aspira la autoridad italiana, las que –si el juez falla a su favor– tampoco es como que harán verdadero daño a las finanzas de las tecnológicas. Pero si la demanda llega a buen puerto otros países podrían optar por aplicar multas similares a Apple y Samsung, y si estos litigios se reproducen ya sí empezarían a sonar las sirenas.