España sigue sin app de alerta de exposición al Covid-19
Telefónica cede al Gobierno el desarrollo de la app de autodiagnóstico Asistencia Covid-19, que no alerta al usuario del riesgo de exposición al virus
Reino Unido, Francia y Alemania preparan apps para alertar a los ciudadanos en caso que se haya cierta probabilidad de que se hayan visto expuestos al Covid-19. Reino Unido ha optado por un sistema propio, igual que Francia, mientras que Alemania ha elegido el sistema desarrollado por Apple y Google.
En España de momento lo más parecido es que el Gobierno ha adoptado la app Asistencia Covid-19 que Telefónica desarrolló inicialmente para la Comunidad de Madrid y que posteriormente adoptaron también otras Comunidades Autónomas.
Sin embargo la app Asistencia Covid-19 solo permite el autodiagnóstico en base a una serie de síntomas. Sirve para poner al ciudadano en contacto con el sistema sanitario, y viceversa: su objetivo principal es el de aliviar los servicios sanitarios cuando ya se tienen síntomas, lo que limita su utilidad al momento de mayor intensidad de la pandemia y cuando los sistemas de salud están saturados.
No es por tanto una app de alerta de exposición, no ayuda a prevenir nuevos casos y además su modelo de captación y centralización de la información pone en riesgo los datos de miles o millones de personas.
Qué son las apps de alerta de exposición
Las apps de alerta de exposición —que pueden complementarse o no con el autodiagnóstico— en cambio se basan en determinar si un ciudadano ha estado cerca o en contacto con otro afectado por el Covid-19.
Esto tiene como ventaja que permite conocer el nivel de riesgo individual aunque no se presenten síntomas —casos asintomáticos o primeras fases de la infección— y adoptar medidas de prevención para reducir el riesgo de contagio; por ejemplo, poniéndose en autocuarentena al recibir la alerta aunque no haya síntomas.
Es lo que hace precisamente el sistema de Apple y Google adoptado por Alemania; y lo que hace también la app de Reino Unido, pero en su caso prescindiendo del sistema de Apple y Google.
Para conseguir esto España necesitaría desarrollar o adoptar otra app complementaria a Asistencia Covid-19 o una que reúna ambas funciones, la de autodiagnóstico y la de alerta de exposición, similar a la solución desarrollada por Minsait.
También puede modificar la app Asistencia Covid-19 para incluir la función de alerta de exposición, pero el hecho de que la app Asistencia Covid-19 capte datos del GPS —de forma temporal, durante el autodiagnóstico— hace que sea incompatible con el desarrollo de Apple y Google, que expresamente excluye a aquellas apps que hagan uso del GPS con el fin de proteger los datos personales y la intimidad del usuario.
Este es precisamente el motivo por el que Alemania se ha decantado por el modelo propuesto por Apple y Google: para evitar que el gobierno capte y almacene datos personales, de síntomas y de ubicación de los ciudadanos, pero manteniendo la opción de utilizar datos anónimos en origen con fines estadísticos o de estudio de la evolución de la enfermedad.
Cómo funcionan las apps de alerta de exposición (centralizadas o descentralizadas)
En general las apps de alerta de exposición utilizan la conectividad Bluetooth para detectar otros móviles cercanos, a otras personas que se mueven alrededor de uno. Suelen generar un identificador único y temporal que se difunde de forma inalámbrica y que captan otros móviles próximos.
De este modo cuando un usuario resulta infectado (si la prueba de Covid-19 da positivo) puede notificarlo desde su app, y ese «positivo» se enviará entonces junto a su identificador a un servidor.
En el caso de las apps centralizadas toda esa información —qué otros móviles hay en las proximidades y cuáles corresponden a casos positivos— se envían a un servidor central que «calcula» las probabilidades o el riesgo de infección de todos los demás; es decir, si un dispositivo (persona) determinado ha estado o no expuesto a la infección.
Este modelo es el que ha adoptado Reino Unido —con numerosas críticas, incluso de ilegalidad, por el riesgo que supone el control centralizado sobre todo esos datos personales— y es el opuesto al sistema descentralizado y anónimo propuesto por Apple y Google, el adoptado por Alemania.
En las apps descentralizadas el funcionamiento es similar, pero la lista de dispositivos cercanos se almacena de manera local, en el móvil de usuario y no se envía a ningún servidor; excepto los «positivos» junto con el identificador, si la persona afectada decide difundir el aviso de forma anónima.
De este modo el resto de apps pueden consultar periódicamente la lista de «positivos» y compararla con su lista interna de identificadores captados por Bluetooth. Todo ese proceso se realiza en el móvil del usuario, y será la propia app la que busque coincidencias. Si encuentra que uno de los «positivos» notificados coincide con algún identificador reciente de su lista interna será la app la que mostrará un mensaje al usuario.
La tecnología Bluetooth tampoco es la solución perfecta
El uso de la conectividad Bluetooth no es una solución perfecta, y de hecho supone un problema de fiabilidad que puede resultar tanto en falsos negativos como en falsos positivos.
Esto porque según las circunstancias o el entorno (obstáculos físicos o interferencias, por ejemplo) pueden provocar que la conectividad Bluetooth sí detecte un móvil que esté al otro lado de una pared (sin riesgo) o a 10 metros (sin riesgo) y emitir un falso positivo; igual que puede suceder lo contrario, que no detecte un móvil que está a dos metros (cierto riesgo) porque está dentro de un bolso, y omitir la alerta resultando en un falso negativo.
Para atenuar este problema Apple y Google explican que junto con el identificador único se envía información relativa a la propia señal Bluetooth incluyendo la intensidad o potencia de cada señal captada, lo que permite en teoría determinar con más precisión la distancia a la que estaban los dispositivos entre sí.
Aun con sus inconvenientes técnicos, este tipo de apps, a diferencia de las app de autodiagnóstico como Asistencia Covid-19, resultan de utilidad más allá del pico de la pandemia. Sobre todo sirven de ayuda para prevenir nuevos casos, que al final es la única manera de poner fin a la propagación del virus.