El usuario se cansa de su móvil a los dos años
Dado que la vida útil de las terminales es de cinco años, el mercado del móvil usado ha crecido un 25%
Dos años y al cajón. Ese es el tiempo que, en promedio, un usuario español le da a su móvil. Y si lo cambia no es porque funcione mal –aunque exista la obsolencia programada-, sino porque se cansa y prefiere los nuevos modelos que le permiten un funcionamiento más rápido y eficaz.
El cálculo lo realiza la web de compra venta de tecnología locompramos.es, que precisa que la vida útil de las terminales es de cinco años, pero con las actualizaciones que implican un mayor consumo del procesador, el rendimiento se ralentiza y muchos usuarios terminan perdiendo la paciencia. Y se pasan a un modelo más nuevo.
Por ello siguen abundando los sitios que venden terminales usadas en buen estado, dirigidas a los consumidores que prefieren tener un teléfono de gama alta (como un Samsung S4 o S5, o un iPhone 5S) pero con tres años de antigüedad por menos de 200 euros, o para aquellos que pasan de tanta tecnología y sólo quieren un móvil para llamar por teléfono, usar Whatsapp y poco más.
Según esta web, la compra y venta de teléfonos usados ha crecido un 25% en tres años, y en todo el mundo, se compran y venden 120 millones de terminales de segunda mano anualmente. En este mercado las terminales son modelos rehabilitados, que funcionan perfectamente y con una garantía de al menos un año, pero que a lo sumo tiene alguna rayadura o golpe.