El teletrabajo como medida contra la propagación del coronavirus
Trabajar desde casa es una de las medidas generalizadas entre compañías con trabajadores y oficinas localizadas en las zonas más afectadas por la brote
Según informaba recientemente Bloomberg News, WeWork ha cerrado temporalmente sus espacios de trabajo en toda China y ha pedido a sus empleados que trabajen desde casa.
La misma medida que están aplicando Facebook, Credit Suisse o Morgan Stanley a sus empleados con base en China o que han vuelto recientemente de aquel país.
La misma recomendación han recibido también los trabajadores chinos o con base en China de grandes tecnológicas como Google, Microsoft y Amazon, informan desde BBC News.
El trabajo remoto que se puede realizar a través de internet —incluyendo reuniones y llamadas por videoconferencia o voz— reduce la probabilidad de exposición al coronavirus, especialmente si además es posible eliminar el envío de documentos físicos.
Ventajas de adoptar tecnologías de teletrabajo
Las tecnologías disponibles facilitan el trabajo remoto y colaborativo —tanto entre empleados de una misma compañía como entre empleados y clientes— en cualquier circunstancia y se consideran cada vez más como «reemplazo al entorno de oficina tradicional».
Su utilización suele vincularse con un ahorro de costes tanto para la compañía —por ejemplo, en espacio de oficina— como para los empleados, que economizan el tiempo y el dinero que de otro modo destinarían a desplazamientos, transporte, vehículos o combustible, además de a ropa y a almorzar fuera de casa; para muchos empleados, además, teletrabajar es sinónimo de ser más productivos.
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Sin embargo, más allá de la posibilidad en base a la actividad comercial, no todas las compañías disponen de la infraestructura adecuada que posibilite el teletrabajo entre empleados y con clientes, más allá del email o el teléfono, requiere una mayor comprobación de los sistemas técnicos, y también de los protocolos de ciberseguridad: «Con más empleados trabajando a distancia es de esperar un mayor número de problemas.»
Ante situaciones como el coronovarius de Wuhan —como también podría ser una una gripe estacional o una situación meteorológica adversa— la adopción de las tecnologías para el (y de la cultura del) teletrabajo supone una «ventaja competitiva» e incrementa la resiliencia de las compañías.
Eso sí, «en situaciones como como esta no deben utilizarse métodos tradicionales como el envío de paquetes y documentos — explican desde la publicación China Briefing— ya que tanto los documentos como los mensajeros pueden transmitir el virus,» aunque en la práctica la probabilidad de infección es mínima debido a que la supervivencia de los coronavirus del tipo 2019-nCoV es escasa en superficies como cajas y cartas, especialmente si pasan varios días.
Teletrabajo = mayor uso de plataformas de reparto
También el trabajo remoto también puede significar un mayor uso de las plataformas de reparto de comida y productos a domicilio, reduciendo el potencial beneficio del teletrabajo si los repartidores se convierten en el punto de contacto con decenas o cientos de otras personas.
Solo en China, «1.400 millones de personas dependen de sus móviles para hacer pagos, pedir comida y realizar innumerables operaciones cada día, y esa dependencia puede ser una bendición o una maldición mientras el país intenta contener el brote de coronavirus,» dicen en Financial Times.
Para reducir el riesgo de contagio, las plataformas de reparto a domicilio y de e-commerce chinas ya han tomado medidas, como dejar los paquetes en la puerta, para minimizar el contacto con los clientes.
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De forma parecida, Uber México anunciaba recientemente que retiraba del servicio a dos conductores —y sus vehículos— que podrían trasladado a un ciudadano infectado por el coronavirus de Wuhan. Una medida similar a la que plantea Uber en Australia, «limitar» el acceso de los clientes a la aplicación Uber si el gobierno concluye en algún momento que supone un riesgo de exposición al coronavirus.