El lado oscuro del software por suscripción

Adobe cancela las cuentas de todos los usuarios venezolanos, que se quedan sin acceso al software de Adobe (como Photoshop) y sin reembolso

La aplicación de la orden ejecutiva 13884 del gobierno de los EEUU prohíbe casi cualquier transacción y prestación de servicio desde compañías estadounidenses a entidades e individuos de Venezuela. 

La orden se dictó en agosto en base a la acusación de violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

  • Por este motivo «Adobe desactivará todas las cuentas de usuarios venezolanos,» explican desde la compañía.
  • Adobe Creative Cloud (Adobe CC) ofrece a los usuarios el software de Adobe (incluyendo programas como Photoshop, Indesign, Illustrator, o Acrobat) como servicio por suscripción — de forma parecida a como Netflix ofrece sus contenidos.
  • Es decir, los usuarios de Adobe CC pagan una cuota al mes a cambio del derecho a utilizar ese software y los servicios asociados, como el almacenamiento en la nube.
  • Este modelo es cada vez más habitual y está desplazando la fórmula clásica de adquisición de una licencia de software, una fórmula que Adobe hace años que no ofrece.
  • Y supone que si el usuario se da de baja o no paga la cuota pierde el derecho (y el acceso) tanto a las aplicaciones como a sus archivos y trabajos guardados en los formatos propios de esas aplicaciones.

El software como servicio tiene ventajas para el usuario, 

  • El usuario siempre tiene a su disposición la última versión a cambio de una cuota mensual, que generalmente es muy inferior a lo que cuesta una licencia completa del mismo software — una opción que Adobe ya no ofrece.
  • El coste de la suscripción es en apariencia muy inferior al coste de una licencia del modelo tradicional.
  • El software está asociado a la cuenta del usuario, quien puede utilizarlo en diferentes ordenadores (incluso simultáneamente, en algunos casos) sin tener que volver a instalar todo desde cero.

Pero también tiene inconvenientes,

  • El usuario queda para siempre a merced de las decisiones de la compañía que presta el servicio, como por ejemplo a incrementos en el importe de la cuota mensual.
  • Y también queda sometido a las circunstancias, como sucede en este caso para los usuarios venezolanos.
  • Ademas el pago recurrente de la cuota de suscripción hace que el coste del software sea «infinito»: si se deja de pagar se pierde tanto el derecho a utilizar los programas como el acceso los archivos guardados en los formatos propios de esos programas.
  • Y si Adobe desaparece con ella desaparece todo el software junto con la posibilidad de acceder directamente a los archivos que el usuario haya producido y guardado desde esas aplicaciones.
  • De igual modo, si como en este caso Adobe se ve obligada a cancelar el servicio el usuario dejará de tener acceso tanto al software como a los archivos y al trabajo producido y guardado desde esas aplicaciones.

Para cumplir con la orden ejecutiva 13884 del Departamento el tesoro estadounidense Adobe ha decidodo cortar el acceso a su servicio de suscripción a todos los usuarios venezolanos.

  • Los usuarios afectados no podrán utilizar ya el software de Adobe, incluso aunque hayan abonado el mes curso o el año, dependiendo del plan de suscripción.
  • Sin embargo, algunos usuarios han manifestado que la interpretación que hace Adobe de la orden ejecutiva es «exagerada.»
  • Pero por ahora todos los usuarios venezolanos que tienen registrada su cuenta en Venezuela se verán afectados… puede que incluso si viven en EEUU.
  • Los usuarios afectados tienen hasta el 28 de octubre para salvar cualquier archivo que tengan almacenado en su cuenta de Adobe.
Economía Digital

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