El desafío de obtener gasolina del aire
La aceleradora Y Combinator cree que "merece la pena" invertir en tecnologías para capturar el CO2 y hacer combustible. Algunos expertos no están de acuerdo
La captura de CO2 consiste en extraer el exceso de dióxido de carbono del aire. Es un proceso que realizan de forma natural bosques y océanos, por ejemplo, y que mantiene en equilibrio la presencia de este gas en la atmósfera.
Sin embargo una incremento artificial de las emisiones de CO2 a la atmósfera hace que ese ciclo natural se sobrecargue, y que el exceso de CO2 se acumule en la atmósfera. Se considera que este fenómeno es una de los principales causas del efecto invernadero, y del calentamiento global.
La emisión artificial y excesiva de CO2 tiene su origen principalmente en la actividad huamana por la quema de combustibles fósiles como el gas, el carbón o el petróleo; por ejemplo para la actividad industrial, la producción de energía o el transporte.
Convertir el CO2 del aire en «algo útil»
El propósito de capturar el CO2 del aire es reducir su acumulación en la atmósfera, «almacenarlo de forma segura, a largo plazo» y, ya puestos, «transformarlo en algo útil», dicen en Y Combinator.
Precisamente Y Combinator, una de las aceleradoras de startups más exitosas, anunció hace unos meses su interés e intención de invertir y apoyar más proyectos dedicados al desarrollo de tecnologías de eliminación del CO2 de la atmósfera.
«El cambio climático es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos como seres humanos, y las investigaciones indican que para detener el cambio climático es necesario reducir las emisiones y eliminar el CO2 de la atmósfera,» dijo Sam Altman, CEO de Y Combinator.
Esto es lo que hace Prometheus, uno de los últimos proyectos de captura de CO2 que ha recibido el respaldo económico de Y Combinator. Prometheus no solo aspira a capturar el CO2, sino que además investiga para convertirlo en gasolina.
Para lograr esa conversión existen diferentes técnicas, pero de momento todas ellas solo ‘funcionan’ en laboratorio y ninguna está siquiera cerca de tener aplicación práctica y comercial.
Un ejemplo es el e-diesel sintético desarrollado por Audi, obtenido de refinar ‘petróleo azul’. El ‘petróleo azul’ es una combinación de agua (de la cual se extrae hidrógeno utilizando energías renovables) y de CO2 capturado directamente del aire y procesado para convertirlo en CO.
Promesas de ciencia-ficción que son «peligrosas»
Joshua Brustein, de Bloomberg, tuvo ocasión de ver en funcionamiento el prototipo de máquina de Prometheus que captura el CO2 que emite un coche de gasolina para producir combustible.
Convertir el CO2 que emite un vehículo de combustión en la gasolina que hace funciona ese mismo motor de combustión lograría que, en teoría, ese vehículo fuera «neutral» al circular sin emitir CO2 a la atmósfera.
En la práctica el asunto es más complejo. Tanto que el prototipo de Prometheus apenas produce combustible a partir del CO2 que emite del vehículo, por lo que el prototipo todavía está lejos de ser neutral.
Para algunos expertos este tipo de promesas son por ahora «unicornios» que, «aunque suenan increíbles en teoría, en la práctica simplemente no son realistas.» Y alertan del riesgo asociado a este tipo de «soluciones mitológicas» que pueden animar a que muchos países sigan quemando carbón, petróleo y gas confiando en que, en el futuro, «aparecerán unos unicornios que absorberán el exceso de CO2 de la atmósfera,» decía un experto en BBC News.
Por el contrario hay quien cree en la apuesta de Y Combinator porque «el hecho de que no tengamos hoy sistemas para capturar el CO2 no significa que no puedan desarrollarse si reciben financiación.»