El celo de Telegram por la privacidad levanta polémica
El servicio de mensajería quita los límites a la hora de eliminar mensajes propios y permite eliminar mensajes ajenos y conversaciones enteras
Telegram es una aplicación de mensajería similar a Whatsapp muy apreciado especialmente por los usuarios avanzados por su estricta seguridad y control de la privacidad de sus usuarios.
Tanto es así que en Rusia, su país de origen, Telegram está bloqueado por la FSS (el Servicio Federal de Seguridad) debido a la negativa de los hermanos Durov, desarrolladores de Telegram, a entregar al gobierno ruso «las llaves» del cifrado de la plataforma de mensajería.
Una función muy apreciada hasta ahora por los usuarios de Telegram eran los chats privados y la posibilidad de eliminar mensajes enviados desde la aplicación (implementados en Telegram mucho antes y mucho más profundamente que en Whatsapp) tanto del móvil propio como del móvil o de los móviles de los participantes en una conversación.
Hasta ahora el usuario disponía de 48 horas para eliminar los mensajes enviados, y después ya no era posible. Ahora, con la última actualización de Telegram, esa posibilidad se extiende a los mensajes recibidos y se mantiene en el tiempo.
Conversaciones editadas o que desaparecen «sin dejar rastro»
Es decir, en cualquier momento es posible eliminar mensajes propios y ajenos y conversaciones enteras tanto del móvil del remitente como del móvil del receptor, «sin dejar rastro».
«Se puede borrar cualquier mensaje enviado o recibido de ambos lados en cualquier chat privado. Los mensajes desaparecerán tanto para quien lo envió como para quien lo recibió.»
Según dicen los hermanos Durov esta función impide cosas como que «un antiguo mensaje fuera de contexto se use años después contra alguien que decide presentarse a alcalde.»
El problema es que está función que intenta proteger al usuario puede inducir también comportamientos maliciosos: «Si alguna vez me siento inspirado en la maldad me permite editar selectivamente una conversación para modificar el contexto y tergiversar las palabras de otro,» dicen en The Verge. «Tal vez la capacidad de borrar los mensajes de otros está yendo demasiado lejos.»
Además de esta y de otras actualizaciones —incluyendo la posibilidad de «buscar» emojis— la nueva versión de Telegram también permite restringir el reenvío de mensajes entre cuentas, con la posibilidad de «desvincularse» de los mensajes que se reenvíen para que nadie conozca cuál es su origen ni demostrar quién lo ha reenviado inicialmente.