El atractivo microcoche eléctrico que surgió de un proyecto universitario
El primer prototipo de Unity One ha comenzado a circular estos días en Suecia. Estará disponible el año que viene por 14.900 euros con 300 km de autonomía
El origen del vehículo eléctrico Unity One está en un proyecto universitario en en la Universidad de Lund, una de las principales facultades suecas. El objetivo del proyecto de investigación indagar en cómo mejorar el impacto social y medioambiental de los automóviles. «Tras el estudio —explican desde Unity—, el proyecto creció y se convirtió en una empresa enfocada a la aplicación de tecnologías eficientes y efectivas.«
El resultado se ha materializado ahora en el Unity One, un coche urbano totalmente eléctrico de alta eficiencia: sobre el papel el de Unity ofrece una autonomía de 300 km, el doble de lo que ofrecen actualmente vehículos eléctricos de similar tamaño y potencia, caso del Smart ForTwo Electric Drive (160 km) o el Renault Twizy (100 km).
Además el Unity One cuenta con una batería auxiliar extraíble que se puede llevar y carga en casa (en la oficina, o donde sea) al estilo del adorable Nobe de tres ruedas.
La autonomía del Unity One se consigue, explican sus diseñadores, gracias a un diseño muy cuidado y a la aplicación de procesos de fabricación optimizados y al uso de materiales ligeros como la fibra de carbono. Entre los socios de Unity se cuentan empresas como Siemens, Kuka Robotics, Nvidia, E.on, y Tele2 IoT.
Un autonomía de 300 km es propia de coches eléctricos mucho más grandes y pesados
Un coche eléctrico financiado desde 29 paises
En 2016 Unity inició una campaña de financiación colectiva a través de Fundbyme donde recaudó los 500.000 euros que pedía para construir un prototipo en apenas 36 horas, y donde logró reunir 1,6 millones de euros de 367 inversores de un treintena de países. En Fundbyme —a diferencia de como funciona Kickstarter, por ejemplo— los inversores pueden comprar una participación en la empresa.
Posteriormente Unity alcanzó un acuerdo con el gigante de la venta de tecnología de consumo MediaMarkt para comercializar el vehículo, una maniobra que se alinea con el propósito de Unity de considerar su vehículo eléctrico como un artículo más próximo al un ‘smartphone’ —en su concepción, fabricación, distribución e interactividad con el usuario— que al de los automóviles convencionales.
El vehículo se presentó públicamente a finales de 2017 en un evento en el que se desvelaron algunas de sus peculiaridades, como el control opcional mediante ‘joystick’ en lugar de volante y sus prestaciones: acelera de 0 a 80 km/h en 3,5 segundos y tiene una velocidad máxima los 130 km/h. Pesa unos 450 kilos, y mide 2,91 metros de largo (el modelo de dos plazas), 1,28 metros de ancho y 1,53 metros de alto.
Está previsto que el Unity One emita al menos «un 75 por ciento menos de CO2 a lo largo de todo su ciclo de vida» que otros vehículo equivalente, y que esté disponible a principio de 2019 por 14.900 euros. Si todo va según lo previsto competirá por enfoque, precio y encanto con el «Isetta eléctrico» Microlino y con el Nobe 100.