EEUU utiliza un robot para tratar al paciente con el virus de Wuhan
El uso de robots en el ámbito sanitario tiene sus ventajas, y también inconvenientes que es necesario considerar y regular
El primer, y por ahora único, paciente diagnosticado con el coronavirus chino de Wuhan en EEUU está bajo observación y tratamiento en el Providence Regional Medical Center, en Everett, Washington, donde fue ingreso en la unidad especial de patógenos.
Según información de The Guardian, el paciente se mantiene aislado en una pequeña sala de biocontención de unos 35 metros cuadrados, donde es atendido por el personal sanitario utilizando un robot de telepresencia, que puede controlarse a distancia.
El robot está provisto de una cámara, un micrófono, una pantalla y un estetoscopio de modo que el personal médico puede observar y comunicarse con el paciente «minimizando así el contacto con el virus,» dice el doctor George Díaz, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del hospital.
De este modo «el personal de enfermería mueve el robot para que podamos ver al paciente en la pantalla y hablar con él», dice Díaz, en declaraciones recogidas por CNN.
El uso de robots en la atención sanitaria
El uso de robots en la práctica clínica es una tendencia creciente con diferentes niveles ampliativos, que van desde la telepresencia, como en este caso, hasta las intervenciones quirúrgicas de precisión, incluso cuando el cirujano se encuentra cientos de kilómetros de distancia del paciente, la telecirugía.
Según el profesor Alexandre Mottrie, «las innovaciones en el campo de la robótica están impulsando desarrollos que conducen a procedimientos quirúrgicos más precisos,» desarrollos que además tienen tienen un enorme potencial para hacer que la cirugía sea «más segura y más rentable» al reducir el tiempo de operación y las probabilidades de complicaciones.
El uso de robots —como en este caso— abre sin embargo un debate ético respecto a la «deshumanización» de la atención médica, incluso en el caso de robots destinados a la atención y el acompañamiento de personas mayores, por ejemplo.
Otro aspecto a tener en cuenta tiene que ver con la ciberseguridad y intimidad del paciente, y el riesgo que supone que un robot de telepresencia como el utilizado en este caso sufra algún tipo de hackeo malicioso que permita a un tercero acceder a la información que transmite entre el paciente y los médicos.
Si bien los robots y la digitalización marcarán el sistema sanitario de la UE en los próximos años, deben servir como «instrumentos que se utilicen para un enfoque sanitario más personalizado,» según recoge un análisis del Parlamento Europeo «Robots in healthcare: a solution or a problem?» que aborda diversas cuestiones al respecto.