Doritos nació en la basura de Disney (literalmente)
Doritos fue ideada para aprovechar las tortillas que terminaban en la basura de las cafeterías de Disney
Doritos, una de las marcas estrella de Pepsico, comenzó en un cubo de basura. El popular snack de Frito Lay (hoy en manos de Pepsi) nació como producto en las basuras del restaurante Casa de Fritos, que operaba en el recién inaugurado parque de Disney en California, en la década de los cincuenta.
Con el auge del parque, el restaurante comenzó a producir cada vez más comida mexicana pero, por problemas de gestión, arrojaba una ingente cantidad de tortillas a la basura. Su proveedor de tortillas, la empresa Alex’s Food, pensó entonces que si ideaba algún producto para alargar la vida de esas tortillas, podría minimizar las mermas.
Entonces decidió cortar las tortillas de trigo redondas y freírlas. El snack, que imita al tradicional totopo mexicano, ganó enorme popularidad en el restaurante y también entre los clientes del proveedor de comida.
Un responsable de marketing de la entonces empresa Frito Lay, Arch West, llevó la idea a su compañía. La propuesta de fabricación de un snack masivo no despertó gran entusiasmo en la empresa, pero el ejecutivo logró que Frito Lay lanzara el producto en 1964 en California, según ha relatado la viuda de West.
Dos años después, el éxito del snack hizo que el producto se comercializase en los Estados Unidos al completo. Frito fue adquirida por Pepsi y el producto se ha convertido ahora en el segundo en ventas de la división de Frito Lay, solo superadas por las patatas fritas Lays.
El aceite de palma
Producidos principalmente por maíz (no se especifica si es transgénico), aceite de palma y otros aceites vegetales y colorantes y conservantes, Doritos ha alcanzado los 5.000 millones de dólares en ventas anuales.
Los últimos años, la compañía ha sido el blanco de las entidades ecologistas: Greenpeace ha acusado a Pepsico de utilizar exceso de aceite de palma en sus productos, que ocasiona la deforestación de los bosques de Indonesia. Pepsico se ha defendido al asegurar que su producción de aceite de palma es «completamente sostenible».