Días de Champán, o la fuerza de una familia
El periodista Rafel Nadal narra una epopeya familiar ligada a la industria del corcho
Tras 30.000 ejemplares vendidos de su segunda novela, Quan en dèiem xampany (Columna), el periodista Rafel Nadal (Girona, 1954) probará suerte con la traducción al castellano, bajo el título de Días de Champán (Planeta). Nadal, que se prodiga en los medios de comunicación, no duda en defender el día de Sant Jordi, en el que los autores están en contacto con sus lectores. No se cansa, y se muestra encantado de que esos mismos lectores, que reclaman su firma en los libros, le expliquen sus propias historias y anécdotas, que él aprovecha para futuras narraciones.
Quan en dèiem xampany es la segunda novela, después de la publicación de Quan érem feliços, con el que obtuvo el premiso Josep Pla en pasado año. Ahora ahonda de nuevo en sus raíces familiares, pero esta vez se adentra en la vida del bisabuelo Francisco Oller.
Viaje a Fancia
Nadal narra con una prosa rica y eficaz la historia de una saga familiar de cuatro generaciones dedicada al comercio y la fabricación de tapones de corcho. El bisabuelo, huérfano de padre y madre, y con apenas 16 años, se fue de Cassà de la Selva, su población natal, a Francia para buscarse la vida.
Y, con esa voluntad y ese espíritu que ahora podríamos denominar de emprendedor, el bisabuelo acabó fundando una empresa de corcho en Reims. La población francesa ha sido siempre, y ahora también, el centro de una región dedicada al Champagne, con muchas pequeñas bodegas.
La epopeya del bisabuelo le permite a Rafel Nadal narrar diferentes períodos históricos, entre ellos el crac del 29, aunque su voluntad ha sido la de centrarse estrictamente en ese relato familiar, rechazando que se pueda calificar su historia como una novela histórica, que busque ambientar los diferentes hechos históricos.
La abuela Àngele
Nadal acaba adentrándose en los hijos del bisabuelo, y, especialmente en sus tres hijas, su abuela Àngele, y sus hermanas Helène e Yvonne. El gancho de la historia del ex director del Periódico de Catalunya, y periodista de largo recorrido, es el contraste entre ese mundo del corcho, ligado al negocio y a la superación empresarial, con el glamour que rodea al Champagne. Nadal, en algunas de sus entrevistas sobre la novela, no ha dudado en afirmar que el corcho puede estropear un buen Champagne, y que, por ello, se trataba de un negocio que exigía una plena dedicación.
El relato, por tanto, abarca desde finales del XIX hasta la actualidad, destacando que la audacia del bisabuelo tuvo su recompensa, con la existencia de la fábrica de corcho y la creación de puestos de trabajo.
Con su segunda novela, Nadal consigue, de nuevo, esa complicidad entre el lector y la historia más reciente de Catalunya, y también de España y Europa, a través de una saga familiar. Su historia cobra más viveza porque es la propia, la que él mismo ha podido cotejar a través de cartas familiares, libros de contabilidad de la empresa, fotografías o conversaciones de infancia con la abuela Àngele.
Los Oller, la familia de su bisabuelo, se acabaron uniendo a los Nadal con la boda de Àngele con Joaquim Nadal Villalonga.