¿Cuán responsables son las pantallas de la fatiga visual?
Los expertos recomiendan tomar un descanso de 20 segundos después de 20 minutos de atención a la pantalla del móvil, ordenador o televisor
El potencial daño que pueden causar las pantallas a los ojos es un tópico fascinante para muchos, especialmente para quienes suelen pasar el grueso de sus horas frente a sus dispositivos. Y aunque la información al respecto es abundante, aún no es suficiente para sacar conclusiones apresuradas sobre un asunto de salud pública.
Las pantallas de los móviles, ordenadores, tablets y televisores no estaban contempladas por completo en el proceso evolutivo de nuestras retinas. Sabemos que la exposición a la luz no natural puede causar, cuando menos, dolores de cabeza, de cuello y hombros, y visión borrosa; una afección conocida como «síndrome visual informático».
No obstante, ninguna investigación hasta ahora ha encontrado vínculos entre la luz digital y los efectos a largo plazo en la salud ocular. Los expertos recomiendan, de todas maneras, tomar un descanso de al menos 20 segundos tras 20 minutos de atención a una pantalla, y mirar durante esos segundos hacia algún objeto a unos cinco metros de distancia.
La «luz azul» de los dispositivos
Se dice que la exposición a la «luz azul» en las pantallas de los dispositivos puede incluso destruir las células oculares. No obstante, los estudios que se han realizado al respecto han sido con animales y se enfocan en la luz de alta intensidad durante periodos de hasta días, por lo que dicen poco sobre los efectos reales de las pantallas en la vida cotidiana.
La luz azul está también presente en la luz natural del cielo durante el día, por ejemplo. Y varias investigaciones descubrieron que sus niveles de exposición son mucho mayores a los de las pantallas de los dispositivos que gobiernan nuestras vidas modernas. Según un estudio de 2016, la luz azul de móviles y ordenadores no representa un riesgo biológico.
«Los seres humanos evolucionaron bajo la luz natural del sol. La mirada intencional al sol provoca lesiones oculares. Sin embargo, la observación continua del cielo azul no representa un riesgo ocular. Si se compara con la exposición de las lámparas, pantallas y dispositivos, la radiación real ponderada es menor que las exposiciones naturales», dice el informe.
Sin embargo, la Royal Society of Chemistry del Reino Unido reveló en 2017 que «incluso con baja intensidad en los dispositivos de visualización, la luz azul puede inducir la producción de especies de oxígeno reactivo y la apoptosis (muerte celular) en las células de la retina». Los investigadores explican que los efectos dependen de la persona.
El investigador del espectro luminoso, Meenu Singh, dijo a Reuters que para reducir la fatiga visual es necesario tener cuidado con respecto a la cercanía de los ojos a la luz no natural, el tiempo de uso del dispositivo y, en particular, el brillo de la pantalla.
Concuerda el oftalmólogo británico John O’Hagan, que agrega: «Todos somos diferentes, por lo que los individuos están mejor situados para saber qué hacer para minimizar su propia tensión ocular, incluida la consulta con un optometrista, si es necesario».