Cómo funciona la aplicación que prevé evitar contagios en toda Europa
Se trata de una iniciativa privada de 130 científicos y empresas de ocho países que podría usarse ya a mediados de abril para evitar contagios en Europa
Una aplicación móvil permitirá que cualquier persona que se encuentre lo suficientemente cerca de un individuo infectado de coronavirus sea alertado, recomendando su cuarentena.
Esto será posibile gracias a un sistema sofisticado capaz de controlar el tiempo y distancia de contacto con un contagio o si hay paredes entre los usuarios —mediante la radiación del bluetooth de los dos dispositivos—, siempre manteniendo la privacidad de las personas cumpliendo las últimas normativas GDPR. Se ha presentado la mañana del miércoles a través de una videoconferencia y podría estar en funcionamiento para mediados de abril.
Según publica el medio alemán Die Welt, la iniciativa proviene de un grupo de 130 científicos y empresas de ocho países europeos, que han programado la base tecnológica para la lucha contra la epidemia. El proyecto, en el que Alemania está involucrado, incluye el Instituto Robert Koch (RKI), el Instituto Fraunhofer Heinrich Hertz de Berlín, varias universidades y el operador móvil Vodafone.
La app funciona con el estándar de radio Bluetooth Low Energy (Bluetooh LE), que debería permitir que los teléfonos inteligentes cuyos propietarios se acerquen lo suficiente como para que se de una posible infección se encuentren en la app anónimamente mediante un código para la identificación.
En cuanto al funcionamiento, los dispositivos almacenan números de los contactos en su memoria local. Entonces, si un usuario se enferma y da positivo, su teléfono inteligente transmite todos los números de contacto del período de incubación en forma cifrada a un servidor central; el software luego advierte a todas las personas de contacto del período de tiempo relevante que también podrían estar infectados.
Cumple las leyes de privacidad europeas
La principal prioridad era desarrollar una tecnología que garantizara el anonimato completo para los usuarios: sin almacenar nombres de usuario ni información de contacto en ningún lugar. Su idea consiste en que todos los países de Europa lancen sus propias aplicaciones que puedan operar con sus propios servidores para el intercambio de datos, compartiendo la nueva base de software creada y común para todos. Ésta debería garantizar que las advertencias se intercambien a través de las fronteras para que el software funcione internacionalmente.
«Hemos desarrollado una solución que cumple con las leyes europeas de protección de datos», explica Chris Boos en una entrevista con Die Welt. «Esta iniciativa tiene el potencial de convertirse en el estándar global». Boos explica que su grupo no ha desarrollado deliberadamente su propia aplicación, sino que quiere establecer un estándar que pueda usarse para actualizar cientos de aplicaciones existentes.
Además, el sistema solo advierte a los contactos si los usuarios están de acuerdo. Y tampoco establece un contacto bidireccional directo entre los teléfonos, cada dispositivo solo almacena el número que envía la otra parte. Esto asegura la tecnología contra el mal uso por parte de hackers, por ejemplo.
Otra de las características innovadoras del algoritmo es la detección de paredes o paneles entre los usuarios. Con este fin, el grupo, bajo el liderazgo del Instituto Hertz, ya midió los perfiles de radiación de radio bluetooth de los modelos de teléfonos inteligentes más comunes en Alemania y calibró la aplicación en consecuencia. Actualmente se siguen realizando pruebas.
Las autoridades sanitarias confirmarán los positivos
Si un usuario determina que está enfermo y luego se le da un resultado positivo, tiene que cambiar su estado de sano a enfermo en la aplicación. El resultado de la prueba debe ser verificado por un organismo independiente para que la aplicación no pueda ser mal utilizada. El software debería funcionar en al menos el 80% por ciento de todos los teléfonos inteligentes que se usan actualmente en países como Alemania.
Para rastrear las cadenas de infección en Europa y tal vez incluso en todo el mundo, los números de identificación de los usuarios están asegurados con una clave nacional. Si, por ejemplo, un francés en Alemania tuvo contacto con un alemán infectado, el servidor alemán solo ve que un usuario francés se ve afectado y reenvía la advertencia a Francia. Solo el operador del servidor francés puede descifrar el número y advertir al usuario correspondiente.