BlaBlaCar sigue los pasos de Uber y llega a los juzgados
El mismo juez que ordenó el cierre cautelar de Uber en diciembre pasado admite ahora la demanda de la patronal de autobuses Confebus por competencia desleal
La conducción colaborativa continúa bajo el punto de mira. Blablacar, la aplicación para compartir coche entre particulares, llega al juzgado. El mercantil número 2 de Madrid ha aceptado a trámite la demanda presentada por la patronal de autobuses Confebus contra la sociedad francesa que controla el servicio, según ha adelantado El Mundo.
La popular plataforma ya cuenta con nueve millones de usuarios en Europa. Conductores particulares publicitan la realización de un trayecto, con las plazas libres de las que disponen. Los interesados solicitan incorporarse a él y Blablacar propone un reparto de gastos equitativo. A cambio, cobra una comisión del 10% más IVA.
Los autobuses, en guerra
El copresidente de Confebus, Rafael Barbadillo, sostiene que se trata de «competencia desleal». «Hacen intermediación, proponen precios y reciben una comisión. Las reglas deben ser para todos, o todos dentro o todos fuera», lamenta. El juez decidirá en octubre si obliga a la compañía gala a abandonar sus servicios. Se trata de Andrés Malgro, el mismo magistrado que dirimirá el conflicto entre los taxistas y Uber y que ordenó el cierre cautelar de la aplicación norteamericana.
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