Manual para volar en primera clase por menos de 100 euros
Un bloguero aprovecha los huecos legales en las promociones de las aerolíneas y cuenta ahora sus consejos
¿Es posible tomar un vuelo de 7.000 dólares y pagar sólo 76? ¿O viajar en primera clase en un Airbus A380 de Emirates desde Nueva York a Dubái, que cuesta unos 18.000 dólares, sólo abonando 130? Sam Huang cree que sí, y lo que puede parecer un farol o un golpe de suerte es para este bloguero y emprendedor indonesio un auténtico negocio. En su web Topmiles, Huang explica con detalles cómo lograr estos chollos: compra millas aéreas en ofertas puntuales o aprovecha las promociones de tarjetas de crédito, que por suscribirse regalan una gran cantidad de puntos para ser canjeados en viajes u hoteles.
Por ejemplo, para poder aprovechar una promoción de Emirates, rastrea qué aerolíneas están asociadas con la línea del Golfo Pérsico. Así ha hallado que Alaska Airlines era una candidata ideal. Luego, busca qué tarjetas de crédito regalan millas por suscribirse a su servicio, y así logró captar 100.000 millas de dos emisoras de los Estados Unidos. Al hombre sólo le bastó con pagar una pequeña diferencia de 130 euros en concepto de tasas y voló en el lujoso A380 como un jeque. Y de paso, subía las fotos a Instagram.
También con Emirates asegura que dio la vuelta al mundo, y en vez de los 60.000 dólares que le habría costado el periplo en la clase más exclusiva de la aerolínea, sólo ha desembolsado 300. En su móvil filma cada detalle: el Mercedes Benz que lo va a buscar al hotel, la sofisticada mini-habitación en que se convierte su asiento en la cabina, la ducha que se da en el avión, la comida a bordo, y por supuesto, el recorrido por la lujosa Dubái.
Sam Huang sirve un cognac en la exclusiva barra de Emirates.
El último viaje fue de Jakarta, la capital de Indonesia, a Tokio. El vuelo en primera clase cuesta 7.000 dólares, pero Huang había comprado 13.500 millas en una subasta que sacó la aerolínea en diciembre del año pasado, y las adquirió a un 90% del coste real. Conclusión: por 76 dólares llegó a la capital de Japón en clase superior, con el adicional de un Mercedes Benz que lo llevó al aeropuerto y de la espera en la sala vip con un Perignom en la mano.
La mecánica de Huang es legal, y por ello las aerolíneas cumplen al pie de la letra todos los servicios que otorgan las millas. Pero este bloguero no se limita sólo a las compañías aéreas: en Tokyo se alojó en el elegante Park Hyatt, donde la habitación cuesta 1.000 dólares por noche. Pero Huang no pagó ni un céntimo: aprovechó los 30.000 puntos del programa de Hyatt para dormir (casi) gratis.