Así un minicrédito se convierte en una pesadilla
Los altos intereses de un préstamo rápido pueden quedar en una anécdota comparados con los costes de demora o impago
Los minicréditos son un recurso fácil para conseguir dinero rápido, sin condiciones ni preguntas. Pero hay que ir con cuidado. No hay que pedir uno de estos créditos sin estar seguro de poder devolverlo: sus altos intereses son muy ventajosos comparados con los costes que suman por impagos.
Las condiciones encubiertas en la letra pequeña pueden convertir estos sencillos préstamos en una pesadilla. Desde el comparador de minicréditos de HelpMyCash.com explican la clave para no pillarse los dedos con estos productos.
Recomiendan no sobreendeudarse y asegurarse que podrá cumplirse con el principal y los intereses. ¿Pero si sabes que al cabo de un mes podrás pagarlo, por qué pedirlo?
Ahí está la cuestión: hay que utilizarlos para cubrir necesidades concretas de liquidez, mientras se espera recibir algún dinero que garantice la devolución. En ningún caso hay que usarlo como mecanismo habitual de financiación.
Mejor aplazar que impagar
Si se hace un uso inadecuado, el resultado puede ser demoledor. Cuanto más se tarda en pagar, más sube su coste, y de forma exponencial. Si no se puede devolver en el plazo previsto, es preferible solicitar un aplazamiento que no hacerlo. Cobrarán más intereses, pero inferiores a los que cargarán por impago.
Además, en este último caso, pueden incluir al cliente moroso en ficheros como Asnef o Experian, lo que le impedirá conseguir otros créditos de cualquier entidad. Como caso extremo, puede terminar ante un juez.
Las penalizaciones por impago siempre tendrán un coste más alto que una prórroga. Un ejemplo del prestamista Kredito24 con un crédito hipotético de 100 euros a devolver en 30 días. Si todo va bien, se devolverán 135 euros. Pero si no se puede y se pide una prórroga de 15 días, se terminará pagando 158 euros.
A pesar de este alto sobrecoste, es peor desatender el pago: se terminará pagando 175,5 euros: 1,50% de intereses diarios más 20 euros en concepto de comisión de reclamación.