Así es la primera oficina bancaria operada por un robot
Un banco de China tiene como único empleado a un robot llamado Little Dragon, que resuelve todas las necesidades de los clientes
Hace tiempo dejó de convertirse en una distopía de ciencia ficción para ser nuestro futuro ineludible. La tecnología permite crear máquinas cada más parecidas a las personas, y estas ocuparán los puestos de trabajo que solían ser de los humanos.
Un ejemplo es CIMON, un robot con inteligencia artificial que viajará al espacio en el verano. El robot tiene la capacidad de ver, oír, hablar y entender, además de aprender, siempre que un humano le enseñe. Y será el compañero de Alexander Gerst, astronauta de la Agencia Espacial Europea.
Otro ejemplo es Pepper, el robot de Softbank Robotics que tiene trabajo a tiempo completo en el hotel Mandarin Oriental de Las Vegas, donde le da la bienvenida a los huéspedes, responde a sus preguntas y los guía a sus habitaciones.
Y como no podía ser de otro modo los robots también han invadido el sector bancario. En la ciudad de Shanghái abrió la primera oficina bancaria sin humanos. En ella, solo hay robots que son los que asesoran, escuchan y dan soluciones a los clientes.
Robots al servicio
Xiao Long es ahora el único empleado de la sucursal de Jiujiang Road de China Construction Bank. “Bienvenido a China Construction Bank. ¿Qué puedo hacer para ayudarle?”, pregunta el robot a los clientes.
A Xiao también se le conoce como Little Dragon (pequeño dragón en español), como lo han apodado. Es él quien da la bienvenida a los clientes, acepta sus tarjetas de crédito, permite que comprueben el estado de su cuenta bancaria y responde a preguntas básicas.
Y lo de la oficina sin humanos es literal. Una vez superado el primer contacto con Xiao Long, los clientes tienen que pasar por unos paneles electrónicos donde se les escanea el rostro y su documento de identidad.
En esta oficina bancaria la única forma de hablar con un humano es a través de un videochat
Pasada esta prueba de seguridad, llegan a una sala donde encuentran otras máquinas que les permiten contratar cuentas bancarias, realizar transferencias o intercambios de divisas.
De hecho, en esa misma sala encontrarán otro robot que les permitirá hablar con un humano, pero solo a través de un videochat.
¿Amenaza latente?
Es más habitual encontrarse robots en otros países que en España. Amazon, por ejemplo, lanzó hace pocos meses el primer supermercado sin humanos en Estados Unidos.
El comercio de Amazon está tan automatizado que es capaz de detectar qué productos han adquirido los consumidores y cargar el importe a la tarjeta que tienen vinculada a la plataforma sin pasar por caja.
En China, también podemos encontrar robots que hacen de guardias de seguridad en estaciones de tren o máquinas que son cocineros o camareros en restaurantes.
A partir de 2030, el 30% de los empleos estarán amenazados por la inteligencia artificial
Para que aquí los robots lleguen a reemplazar los trabajos de los humanos tendremos que esperar algunos años, según un estudio elaborado por PwC.
El informe dice que será a partir de 2030 cuando un 30% de los empleos estarán amenazados por la inteligencia artificial. De momento, solo corren riesgo un 3% de los empleos.
El primer robot bancario llegó en España a finales del año 2016, en la oficina principal de Abanca. Se trata de R4, un robot capaz de contestar dudas simples de los clientes.
Los bancos apuestan cada vez más por las operaciones en Internet, sin ayuda humana
No obstante, solo se trata de un primer filtro. Posteriormente, este mismo los deriva al departamento correspondiente. Sin duda, un robot con unas funciones mucho más limitadas que las de Little Dragon.
De momento, los trabajadores de las oficinas bancarias españolas no deben preocuparse por si un robot les quita el puesto de trabajo.
Esto sí, como recuerdan desde el comparador de productos financieros HelpMyCash.com, los bancos sí que apuestan cada vez más por que la gente se acostumbre a hacer ciertas operaciones desde los cajeros automáticos o Internet, sin necesidad de contar con la ayuda de un humano.