Apple desmonta la industria estadounidense con un tornillo diminuto
Aunque Tim Cook anunció en 2012 que Apple fabricaría el MacBook Pro en Estados Unidos, un pequeño tornillo lo impide
Apple diseña sus dispositivos en Estados Unidos pero ensambla la mayoría de ellos en China. Y así seguirá siendo durante mucho tiempo a la vista de lo que publica este lunes el New York Times.
A pesar de que el presidente del país, Donald Trump, ha exigido en alguna que otra ocasión a Apple que «que comience a construir sus malditos ordenadores en este país» no parece probable que vaya a producirse un cambio en esta situación.
La mitad de los iPhone del mundo se fabrican en un complejo industrial de la compañía Foxconn en China
Apple, como la gran mayoría de gigantes tecnológicas estadounidenses y asiáticas, tiene fábricas y plantas de producción en China donde se ensamblan las piezas de sus productos.
La mitad de los iPhone del mundo, por ejemplo, se fabrican en un complejo industrial que tiene la compañía Foxconn ─el mayor fabricante de componentes electrónicos a nivel mundial y suministrador de Apple, Sony, Nokia, Nintendo, Microsoft o Xiaomi─ en Zhengzhou (China), donde trabajan más de 350.000 personas.
De ahí que los móviles de Apple lleven inscrita en su parte trasera la famosa leyenda de Diseñado en California. Ensamblado en China (en inglés).
Apple se encontró que su planta de Austin no tenía suficientes tornillos para fabricar los equipos
En el año 2012 el CEO de Apple, Tim Cook, anunció en una entrevista en prime time que Apple volvería a fabricar ordenadores Mac en los Estados Unidos. Una declaración recogida con grandes titulares en la prensa de la época.
Y no era para menos porque era el primer producto de la compañía que, después de muchos años, saldría ensamblado de las plantas estadounidenses. Eso significaba cambiar esa inscripción famosa de los iPhone por Ensamblado en Estados Unidos.
El ordenador en cuestión era nada más y nada menos que el Mac Pro, el equipo más potente de todo su catálogo: una torre modular con diseño futurista con altas prestaciones técnicas.
Sin embargo, cuando Apple debía empezar a ensamblar el ordenador en su planta de Austin (Texas, Estados Unidos) se encontró con un problema mayúsculo: no tenía suficientes tornillos para fabricar los equipos, según han reconocido (bajo condición de anonimato) varios trabajadores de la empresa que trabaja para Apple.
En Texas los proveedores de tornillos para el Mac Pro no eran lo suficientemente rápidos | Wikimedia
Mientras que en China Apple podía contar con empresas capaces de producir grandes cantidades de tornillos a medida en cortos periodos de tiempo, en Texas sus proveedores no eran capaces de ser igual de rápidos.
Esta empresa formada por 20 trabajadores en la que Apple había confiado solo podía sacar adelante cada día un máximo de 1.000 tornillos a medida, una cifra insuficiente que incluso fue una de las razones por las que se acabó retrasando la salida al mercado del Mac Pro, según explica el citado reportaje.
De hecho, según cuenta el New York Times, Apple acabó encargando de nuevo la producción de estos tornillos a medida a una empresa china.
La anécdota viene a demostrar los problemas, según explica el medio estadounidense, a los que se enfrentaría Apple en el caso de querer trasladar su cadena de montaje lejos de China tal y como viene reclamando desde hace tiempo Donald Trump.
«Apple ha descubierto que ningún país ─menos aún Estados Unidos─ puede igualar la combinación de economía de escala, habilidades, infraestructura y costes de China», sostiene el artículo firmado por Jack Nicas.
La estrategia de Apple: diversificar su cadena de producción
En medio de las presiones de Trump por relocalizar sus fábricas en Estados Unidos, a lo largo de los últimos meses se han publicado varias informaciones que aseguran que Apple ha intensificado la búsqueda de diferentes fórmulas para diversificar su cadena de producción, sondeando la posibilidad de establecerse en India o Vietnam, algo que en ningún caso se ha confirmado oficialmente.
Una de las grandes críticas que recibe tanto Apple como el resto de empresas tecnológicas que tienen fábricas o lazos con empresas que cuentan con sus plantas de producción en China gira en torno a las condiciones de estos trabajadores. En concreto, el salario mínimo de Zhengzhou, donde está iPhone City, apenas llega a los 2,10 dólares por hora.
Apple sostiene que no paga menos de 3,15 dólares la hora a los trabajadores que ensamblan sus productos, una cifra que en todo caso queda muy lejos de lo que se paga en países occidentales.
Noticia original de Business Insider. Autor: Víctor Pérez