Acelerar la transición energética ahorrará 140 billones de euros
Un compromiso global para la transición energética impulsaría en los próximos 30 años el crecimiento económico, el bienestar social y la creación de empleo
En su informe Global energy transformation: A roadmap to 2050, la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena, por sus siglas en inglés) destaca la necesidad y los beneficios socioeconómicos de impulsar la transición energética para cumplir los compromisos climáticos y combatir el calentamiento global.
En tanto la electricidad se perfila como el principal portador de energía la demanda de electricidad se duplicará de aquí a 2050, lo que significa que para entonces el 86% de las necesidades eléctricas mundiales podrían satisfacerse con energía de origen renovable, incluidas la solar y la eólica.
«Las energías renovables ya representan más de la mitad de la nueva potencia instalada», dicen el estudio de Irena.
La agencia avisa, sin embargo, de la necesidad de multiplicar por seis el actual crecimiento de las energías renovables para cumplir la demanda prevista y los objetivos de reducción de las emisiones contaminantes.
«Incrementar el uso de electricidad para que represente más de la mitad del mix energética mundial (desde la quinta parte actual) en combinación con el uso de fuentes de energías renovables reduciría el consumo de combustibles fósiles, responsables de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.»
Cada dólar invertido en la transición energética proporcionará un beneficio de entre 3 y 7 dólares, según Irena.
El escenario de beneficios sociales, económicos y medioambientales de Irena se basan en que la industria energética sea capaz de reducir las actuales emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 70% para 2050.
Este ambicioso objetivo requiere una transición a gran escala hacia la producción de electricidad de origen renovable y que esa electricidad limpia se destine también a la calefacción y al transporte, con la adopción del coche eléctrico.
Ahorro mundial de 140 billones de euros en 30 años
Según hace notar la agencia internacional la reducción de las emisiones de CO2 podría llegar al 90%, en relación a las cifras actuales, incrementando también la eficiencia energética de los elementos que hacen uso de esa energía; incluyendo viviendas, vehículos, o sistemas de calefacción, entre otros.
Entre los principales desafíos a los que se enfrenta la transición energética se destacan las posturas y medidas políticas de las que dependen en gran medida el desarrollo y el crecimiento de las energías renovables, y cuyas decisiones impactan en el sector y en las emisiones mundiales al largo plazo.
A escala global el plan de transición energética propuesto por la agencia impulsaría para 2050 el PIB global en un 2,5%, y el empleo en un 0,2%.
También supondría un ahorro acumulado a lo largo de los próximos 30 años de 140 billones de euros principalmente gracias a las mejoras sociales, de salud y bienestar y a la reducción de subsidios y medidas económicas destinadas a paliar los daños y las consecuencias del calentamiento global.