Un robot jugando al Jenga anticipa una nueva Revolución Industrial
La combinación de visión, tacto e inteligencia artificiales acelera el proceso de convergencia entre la tecnología digital y la producción industrial
A pesar de que el término manufactura lleva implícita la palabra mano, la convergencia entre la tecnología digital y la producción industrial está próximo a provocar un cambio significativo en las cadenas y procesos de fabricación de casi cualquier industrial.
Como resultado de esta convergencia los expertos prevén avances importantes en el trabajo colaborativo entre robots y humanos, incrementos en la eficiencia de las cadenas de suministro y producción, y también una menor necesidad de mano de obra humana en cada vez más procesos de fabricación.
Robots que «ven», «sienten» y «aprenden»
El robot desarrollado por investigadores del MIT está provisto de visión, tacto e inteligencia artificiales que le permiten «ver», «sentir» y «aprender» a manipular y a «fabricar» siguiendo un proceso que es más parecido parecido al de los humanos, y menos parecido al de los robots industriales.
Es decir, que este robot no completa una tarea siguiendo movimientos programados previamente, sino que la completa procesando lo que «ve» a través de la visión artificial y lo que «siente» mediante sensores táctiles. Toda esa información que se procesa en tiempo real mediante el aprendizaje automático y la inteligencia artificial.
«A medida que el robot empuja cuidadosamente uno de los bloques de Jenga el ordenador capta la información visual y táctil y compara todos esos datos con los datos obtenidos de movimientos anteriores,» explican en MIT News.
Y como la inteligencia artificial también tiene en consideración cuáles fueron los resultados de esos movimientos anteriores, el robot «aprende» y evalúa constantemente si en ese preciso momento debe continuar empujando el bloque o no, para evitar que la torre se caiga.
A lo largo de cualquier proceso de manufactura el sentido del tacto y la percepción de la fuerza a aplicar son imprescindibles, «más incluso que la vista», para completar tareas como ajustar una pieza a presión. Aprender esas acciones igual que lo haría un humano es «esencial» en este tipo de tecnología, dice uno de los investigadores.
Más que «un robot jugando al Jenga»
A pesar de que este desarrollo del MIT no es más que «un robot jugando al Jenga», es una valiosa demostración de cómo la inteligencia artificial y los avances en robótica tienen el potencial de transformar los procesos de fabricación industrial, y de establecer «mejoras en el trabajo colaborativo entre robots y humanos y a incrementar la eficiencia de las cadenas de suministros y producción para adecuarse a la demanda en tiempo real,» dice la analista Katy Huberty.
«Los caminos aparentemente dispares de la tecnología y la fabricación están convergiendo, creando un ciclo que va a impulsar el gasto en tecnología de la información al mismo tiempo que aumenta la productividad» en un gran número de sectores, incluyendo el de la producción industrial.
Esa convergencia de la tecnología actual perteneciente a lo que se conoce como la Revolución Digital y aplicada a la producción industrial es lo que algunos observadores del desarrollo tecnológico denominan la Cuarta Revolución Industrial.