Telegram señala a China como origen del ciberataque
El CEO de Telegram asegura que desde China se lazó un ataque "brutal" contra la app de mensajería coincidiendo con las protestas en las calles de Hong Kong
A través de un tuit Pavel Durov, desarrollador de la app de mensajería Telegram, ha revelado algunos detalles del ciberataque que afectó ayer al servicio.
Según Durov se trató de un ataque de tipo DDoS que, básicamente, consisten en enviar una cantidad enorme de peticiones contra una web o aplicación con el propósito de afectar a su funcionamiento, e incluso anularlo.
IP addresses coming mostly from China. Historically, all state actor-sized DDoS (200-400 Gb/s of junk) we experienced coincided in time with protests in Hong Kong (coordinated on @telegram). This case was not an exception.
— Pavel Durov (@durov) 12 de junio de 2019
Un ataque de este tipo es capaz de superar la capacidad que tienen los servidores para atender peticiones «falsas» y llenas de información «basura», impidiendo que atiendan las peticiones legítimas. Normalmente el envío masivo de peticiones se genera a través de redes de malware instalado en ordenadores o móviles legítimos sin que sus dueños tengan constancia de ello.
En concreto, dijo Durov, desde Telegram detectaron que el ataque procedía desde ordenadores con «IP procedentes de China» que, en conjunto, «enviaban entre 200 y 400 Gigabytes de información basura por segundo.»
Telegram es una de las herramientas más utilizadas en Hong Kong para organizar protestas por las opciones que ofrece relativas a las seguridad, el cifrado extremo a extremo de las conversaciones (cuando se activa esa opción, que no está habilitada por defecto) y la función de «autodestrucción» de los mensajes enviados y recibidos.
El servicio de Telegram no está disponible en China como tampoco lo está en Rusia, su país de origen.
Coincidencia en el tiempo de ataque
Además, apunta Durov, el ataque coincidió en el tiempo con las protestas que se producían en las calles de Hong Kong por una ley que, de aprobarse, permitiría la extradición de Hong Kong a China continental para ser juzgada.
Según Durov «estos ataques a escala estatal siempre han coincidido en el tiempo con protestas en Hong Kong, y esta ocasión no ha sido una excepción.»
Antes, en 2015, «un gobierno molesto o un competidor celoso» realizaron un ataque similar contra Telegram, que en aquella ocasión coincidió con protestas en Hong Kong para pedir la puesta en libertad de decenas de abogados de derechos humanos detenidos por el gobierno chino.