Spotify al rescate: el ‘streaming’ salva a las discográficas del abismo
Servicios de música en 'streaming' como Spotify y Apple Music le dan a las discográficas la mayor victoria en más de 20 años
Después de un largo periodo de incertidumbre y miedo, las discográficas empiezan a salir de las tinieblas y recuperan su dominio en la industria musical. En 2017 el negocio musical creció el 17%; su mayor salto desde mediados de los 90, cuando Nirvana y Boyz II Men salían en todas las radios y los canales de televisión como MTV.
Estas más de dos décadas vieron la mayor transformación a la que debió someterse la industria. Primero llegó la piratería digital, que para finales del siglo XX tenía a las discográficas y a empresas como Napster peleando en las cortes. Luego vino su torpe y lenta adaptación a las nuevas tecnologías, que se trajo abajo el negocio de los discos no más empezando el milenio.
La adaptación fue tardía, pero da resultados.
La música en formato físico (17%) generó más que las descargas digitales (15%)
Casi dos terceras partes (un 65%) del beneficio de la industria musical en 2017 provienen de servicios de streaming como Spotify y Apple Music, según anunció la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos. El 17% de las ganancias fueron por la venta de música en formato físico (discos y vinilos), el 15% por descargas digitales, y el 3% por otros servicios.
Tomando en cuenta que 2016 fue el primer año en el que la industria ganó más de la mitad del beneficio por medio de servicios de streaming, su salto al 65% en 2017 consolida el formato como el más importante para las discográficas en la actualidad, y el que las salvó del abismo en el que por poco se enterraron.
En concreto, el negocio de la música en streaming creció un 43% para generar 5.700 millones de dólares en 2017. Las descargas digitales generaron 1.300 millones de dólares, y el formato físico generó 1.500 millones de la misma moneda.
Un nuevo actor en la industria
Dentro del apartado de streaming, una nueva subcategoría crece con buen ritmo. Se trata de las llamadas «suscripciones pagadas de nivel limitado», que crecieron del 11% al 14% en 2017.
Estas suscripciones son las que utilizan dispositivos como el asistente virtual Amazon Echo, que cobra cuatro dólares mensuales por un servicio de streaming ilimitado de música. La categoría también toma en cuenta servicios como la radio de Pandora.