Nintendo revienta la burbuja Pokemon Go
Los títulos de la compañía pierden parte de las ganancias de las últimas dos semanas después de que el grupo reconociese el impacto ''limitado'' del juego del año en su cuenta de resultados
Un boom pasajero. Unas expectativas exageradas que se quedarán en poco o casi nada. La fiebre Pokemon Go despertó hace un par de semanas y arrastró como nunca antes las acciones de Nintendo, la mítica compañía de videojuegos que en los últimos años parecía que no encontraba su sitio, desubicada en un negocio en el que el móvil, como en casi todo, ya es el rey.
En menos de 20 días el grupo japonés logró duplicar el valor de sus acciones, así como su capitalización en bolsa. Un soufflé que la propia Nintendo se ha encargado de rebajar. El viernes pasado la empresa sacaba un comunicado elocuente: el impacto del juego del año en la cuenta de resultados del grupo será «limitado».
Tobogán y descalabro
El tobogán bursátil vivido en las últimas semanas se hizo palpable el pasado 22. Después de que diversos analistas advirtiesen del posible efecto burbuja sobre el valor en bolsa de la compañía, los títulos comenzaron a bajar. Este efecto se contrarrestó inmediatamente con la salida al mercado de Pokemon Go en Japón, donde todavía no había aterrizado.
Pero este lunes el descalabro ha sido inevitable. Desde primera hora, el Nikkei, el principal índice bursátil de la bolsa japonesa, castigaba sin reparos las acciones de la empresa con sede en Kyoto. Por el camino se han dejado el 17,22% de su valor, hasta situarse en 23.220 yenes la acción, perdiendo buena parte de las ganancias acumuladas en los últimos días.
Propiedad limitada
Para entender las reservas de Nintendo sobre el efecto de Pokemon Go en su balance y la posterior reacción de los mercados hay que fijarse en la estructura de propiedad del juego del momento.
Por mucho que los derechos de imagen de sus personajes protagonistas correspondan a la compañía creadora de sagas tan conocidas como Mario Bros o Zelda, la compañía apenas cuenta con una tercera parte de The Pokemon Company, la firma editora de la aplicación Pokemon Go.
En concreto, Nintendo posee el 32% de los títulos de esta nueva marca (el resto se lo reparten, entre otras firmas, la ex filial de Google, Niantic). Todo ello, unido a la fiebre mediática de un juego que ha provocado locuras entre sus seguidores y extravagancias en plena presentación de resultados de uno de los principales bancos de España, ha acabado por explotar una burbuja bursátil que había crecido demasiado.