Los taxis de Barcelona aceptarán tarjetas ‘sin contacto’
El ayuntamiento presentó un nuevo sistema de pago con tarjetas que funcionan sólo con acercarlas a los datáfonos. Mil conductores de la ciudad incorporarán la tecnología en abril
Barcelona será pionera en la utilización de una red de sistema de pago con tarjetas contactless (sin contacto) que funcionan con un acercamiento al datáfono, sin necesidad de de que sean introducidas o deslizadas en el aparato. Mil taxis de la ciudad comenzarán a utilizar esta tecnología a partir del próximo mes de abril. La modalidad también se extenderá en breve a mercados municipales, museos y equipamientos como el zoológico.
Más de 300.000 clientes de La Caixa ya disponen de estas tarjetas de última generación. La adaptación de los datáfonos supone una modificación técnica sencilla, según los portavoces del proyecto, lo cual permitirá un rápido despliegue.
La entidad financiera invertirá 35 millones de euros en distribuir más de un millón de tarjetas, instalar 500 cajeros y repartir 15.000 datáfonos nuevos a comercios y taxis. Se prevé que el metro y los autobuses se incorporen en breve al plan.
El despliegue del nuevo sistema, bautizado Barcelona Tap and Go, fue anunciado este martes por el alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias, en una presentación en el Mobile World Congress en la que que también participaron representantes de La Caixa, Telefónica e Indra, empresas involucradas en proyecto.
Hasta 20 euros sin clave
Las transacciones podrán realizarse de forma automática para compras de hasta 20 euros. Las operaciones que superen esa cantidad requerirán, por motivos de seguridad, la clave del usuario. La entidad bancaria cambiará los datáfonos a los taxistas sin coste o con un coste muy bajo, según explicaron los portavoces de la entidad.
El Ayuntamiento de Barcelona también espera que el próximo año el pago de tarjetas sin contacto comience a ejecutarse con teléfonos móviles con chips NFC (Near Field Contact: Contacto de Campo de Cercano). El gobierno de la ciudad estima que en tres años y medio la gran mayoría de comercios aceptarán este nuevo pago a través de los teléfonos móviles.
El Banco de Santander y Orange presentaron la semana pasada un sistema idéntico que se lleva a cabo en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, aunque la iniciativa se encuentra en fase experimental.