Los ‘jefes’ de la economía colaborativa lo apuestan todo al móvil
Airbnb, Wallapop y Drivy señalan a los dispositivos móviles como la base para seguir creciendo en un negocio que ya mueve millones
Empresas que nacieron en un trastero y que ahora se rifan los principales inversores del mundo. El mito de la economía colaborativa se ha hecho mayor y ya nadie duda del potencial de un negocio que, según la consultora Price Waterhouse Cooper, en 2025 tendrá un beneficio potencial de 322.000 millones de euros (355.000 millones de dólares).
Un fenómeno en el que ha jugado un papel clave la conectividad móvil y la interacción entre usuarios. Así lo aseguran los ‘jefes’ de este sector. Compañías como Airbnb, Wallapop o Drivy, todas ellas presentes ese lunes en una mesa redonda organizada en el marco del 4 Years from Now (4YFN), el evento para emprendedores del Mobile World Congress.
Sobre el estrado, una representación muy significativa de un modelo basado en compartir bienes y servicios. Pero que va más allá. Tal y como han demostrado autoridades y reguladores públicos, enfrascados en encontrar un encaje legal a una forma de economía que también despierta numerosas críticas.
Los viajes de Airbnb
Algo que conoce bien Airbnb, actualmente en conversaciones con ciudades como Barcelona para conseguir una norma que dé cobijo a su actividad, basada en el alquiler de viviendas entre particulares. «El móvil es la clave. Hacia donde todo se dirige», asegura Jeroen Merchiers, responsable de la compañía para el sur de Europa.
La plataforma, que ya opera en 34.000 ciudades de 191 países –donde ofrece hasta dos millones de alojamientos– es un ejemplo de lo bien que se llevan la economía colaborativa y el entorno móvil. El 65% de los huéspedes utilizan estos dispositivos durante la reserva, mientras que el 60% de los propietarios acceden diariamente a la plataforma por esta vía.
Sin embargo, la gran mayoría de los usuarios continúa consultando las opciones para alojarse desde el ordenador. Pero una vez iniciado el viaje, el móvil se convierte en su «conexión con el mundo», lo que multiplica las consultas por esta vía, según explica Merchiers.
Nacer en el entorno móvil
Los dispositivos móviles ofrecen inmediatez (lo quiero ahora) y proximidad (cuanto más cerca mejor). Dos de las claves bajo las que se manejan firmas como Wallapop, la plataforma de compraventa de artículos de segunda mano que en 2015 hizo saltar la banca del sector digital español.
Esta compañía basada en Barcelona cerró el pasado año una ronda de financiación de 38 millones de euros. Un caso único basado en una idea sencilla: llevar al entorno móvil los tradicionales anuncios clasificados, tan habituales durante años en los periódicos y, desde hace menos tiempo, en portales web.
Tras alcanzar los ocho millones de usuarios, desde esta firma tienen clara su ventaja competitiva. «Nosotros nacimos ahí, somos 100% móvil», asegura Edurne de Oteiza, directora de operaciones, quien destaca las virtudes de la geolocalización –la plataforma identifica automáticamente la ubicación de la persona que ofrece un objeto– para facilitar a los usuarios el uso de la aplicación.
Servicios íntegramente ‘mobile’
Un enfoque, el de la proximidad en el uso, que comparte con Drivy. Esta start up francesa de éxito, que permite el alquiler de coches entre particulares, lanzó hace pocos meses una aplicación que permite cerrar el contrato entre el propietario y el conductor únicamente a través del móvil.