«La era de la autorregulación de las redes sociales ha terminado»
Además de Reino Unido, países como Australia o Nueva Zelanda preparan leyes para poner fin a la autorregulación de tecnológicas como Facebook o Google
El pasado mates Australia tramitó una ley, en parte acelerada por la retransmisión en directo de la matanza de Nueva Zelanda, que multará con hasta un 10 por ciento de sus ingresos anuales a las compañías tecnológicas que posibiliten la transmisión de contenidos violentos, dañinos u ofensivos. La ley contempla además penas de prisión de hasta tres años para los ejecutivos de esas compañías.
En el mismo sentido ayer Reino Unido dio a conocer una propuesta que también penalizará a empresas que, como Facebook o Google, no sean capaces de autorregularse y de «proteger a los usuarios, especialmente a niños y jóvenes, de contenidos nocivos.»
«Las plataformas sociales son responsables de lo que comparten sus usuarios»
«La era de la autorregulación de las plataformas sociales ha terminado», dijo ayer el secretario digital del Reino Unido, Jeremy Wright, en una declaración recogida por el Whashignton Post.
Reino Unido toma así, dice el diario, medidas contra un sector «que durante mucho tiempo ha eludido la responsabilidad por lo que sus usuarios dicen o comparten». El plan, que cuenta con el visto bueno de la primera ministra Theresa May, contempla todo tipo de contenidos, incluyendo la difusión de fake news.
De aprobarse la legislación Reino Unido dará a los organismos de supervisión y control «poderes sin precedentes para imponer multas y otros castigos a sitios web, plataformas de contenidos y medios y redes sociales que no eliminen rápidamente los artículos, fotos y videos más atroces.»
Recientemente Facebook, por ejemplo, reconoció que sus sistemas automáticos fueron incapaces de detectar y poner fin a la difusión de los vídeos que recogían los asesinatos de Nueva Zelanda que costaron la vida a 50 personas. «Este vídeo en particular no activó nuestros sistemas de detección automática», admitió la red social.
«El mundo se vuelve contra el streaming en directo»
Desde entonces han surgido numerosas voces críticas con las plataformas de contenidos generados por los usuarios, como Youtube. La semana pasada una veintena de empleados y exempleados de Youtube hizo público que la empresa pudo atajar antes el contenido extremista y violento, los discursos de odio y la desinformación incluyendo vídeos antivacunas, material para pedófilos, teorías de conspiración, panfletos políticos de la extrema derecha y una trepidante cantidad de contenido racista, xenófobo, islamofóbo y homofóbo.
Youtube sin embargo, dicen empleados y exempleados en un informe recogido por Bloomberg, ignoró las advertencias sobre el auge de estos vídeos y optó por favorecer el crecimiento y el tiempo de permanencia de los usuarios en su plataforma.
Como consecuencia de la incapacidad de las grandes redes sociales por ejercer el autocontrol «el mundo se está volviendo contra el streaming en directo,» dicen en The Verge. «Tras el tiroteo de Christchurch, Australia encabeza la persecución contra los vídeos retransmitidos directamente y sin filtrar,» una tendencia que transformará profundamente internet y las redes sociales en particular.