La automatización agravará la desigualdad entre áreas rural y urbana
Los analistas creen imprescindible desarrollar estrategias de apoyo y de formación a los trabajadores rurales para que se adapten a la automatización
El pasado lunes, Donald Trump firmó una orden ejecutiva llamada Iniciativa americana de la inteligencia artificial, que de forma imprecisa promueve el gasto en el desarrollo de esta tecnología y en entrenar a los trabajadores estadounidenses en las ciencias de la computación.
EE UU quiere cementar su liderazgo en esta área sin explicar cómo protegerá a la fuerza laboral ante los efectos ineludibles de la automatización. Cuatro días después de la orden ejecutiva de Trump, sale un estudio que expone otras consecuencias negativas del impulso a la inteligencia artificial.
Las desigualdades económicas entre los ámbitos rural y urbano se ensanchan con el auge de la inteligencia artificial, dice la Institución Brookings, uno de los think tanks más antiguos de Washington. La automatización elimina más empleos en el interior que en las urbes costeras, afirma.
La automatización golpea más el interior que las costas
El centro de investigación analizó los tipos de trabajo que pueden ser reemplazados por aplicaciones de inteligencia artificial, que suelen ser aquellos que implican trabajos más rutinarios o repetitivos en industrias como la fabricación y servicios. Son, también, los empleos que generalmente pagan menos.
¿Y dónde son comunes estos puestos de trabajo? En las ciudades rurales (como Indiana y Hickory, por ejemplo) más que en las ciudades costeras como San José y el Distrito de Columbia, que en su defecto son más propensos a asegurar sus empleos.
Ese es un problema político, asegura el estudio, puesto que las elecciones presidenciales de 2016 demostraron que «mientras las grandes ciudades tecnológicas como Nueva York y Washington aparentaban vivir en un mundo diferente al resto del país, los que se sintieron desamparados se sublevaron».
Más de dos años después de los comicios que llevaron a Trump a la Casa Blanca, el potencial de la automatización se ha reproducido. Así las cosas, las comunidades menos educadas y más pequeñas lucharán más con la automatización que las grandes ciudades y las mejor educadas, que experimentarán menos problemas, según Brookings.
Los analistas urgen al Gobierno y la industria presentar estrategias para apoyar a las comunidades y dotar a los trabajadores de enseñanza de habilidades que les hagan más resistentes a la automatización.