Huawei aplaca el pánico a los smartphones sin Android
El sistema operativo de Huawei, una alternativa Android, se estrena con valoraciones positivas después del escepticismo acusado por el sector
Cuando cayó el veto de Donald Trump a las tecnologías de Huawei y se informó en todo el mundo de que los smartphones del gigante chino podrían perder el sistema operativo Android, desarrollado por Google, el sector de la tecnología auguró el apocalipsis para el –ahora– segundo fabricante de móviles en el mundo, por encima de Apple y superado solo por Samsung. Imposible que tenga éxito un teléfono sin Android, decían.
Por lo pronto, Huawei seguirá utilizando Android. La tecnológica con sede en Shenzhen ha afirmado que la tensión con Google sigue en el campo de lo «incierto» y que le gustaría poder contar con el sistema operativo (OS), pero que si ello no es posible no tendrá problema en cambiarse a su propio OS «inmediatamente». Está claro que su Harmony OS (también llamado Hongmeng OS) es una forma de blindarse ante el Gobierno de EE UU.
El sistema operativo que Huawei anunció nada más enterarse de su veto en Android (que por el momento ha sido retirado, dado que la compañía sigue lanzando móviles con el OS de Google) ya está siendo distribuido en algunas partes del mundo, pero no está disponible aún para móviles. Precisamente una de sus grandes ventajas es que es multidispositivo, por lo que ahora mismo se puede utilizar desde una Smart TV de la compañía.
Como anunció desde finales de julio el consejero delegado de consumo de Huawei, Richard Yu, Harmony OS debutó en un televisor, y como la compañía desveló el pasado 8 de agosto se trata de la Honor Vision TV, una Smart TV de la filial Honor, que también fabrica otros dispositivos como móviles de bajo coste. Pero este moderado y de cierta forma tímido lanzamiento está aplacando las dudas vertidas sobre el OS de Huawei.
No solo ha logrado la tecnológica china acallar las expectativas pesimistas del sector respecto de su OS y su capacidad de competir contra iOS y Android, sino que Harmony está recibiendo valoraciones tan celebratorias que Apple y Google posiblemente ya miran de reojo para entender a lo que se enfrentan. Sucede que las ventajas y novedades de Harmony fuerzan una mayor competencia en el mercado de sistemas operativos.
El sistema operativo de Huawei cosecha sus primeros éxitos
Harmony OS es la baza de Huawei para el futuro del internet de las cosas, que pasa por crear una experiencia consistente a través de diferentes dispositivos conectados por medio del software, informó CNBC. La firma imagina ya que sea posible utilizar su OS en todo tipo de dispositivos, desde smartphones y relojes inteligentes hasta altavoces y sistemas de entretenimiento para coches.
Llamándole un «sistema operativo mucho más versátil, multidispositivo y ligero», Computer Hoy afirma que el Harmony es el OS «del futuro» y es la herramienta de Huawei para «jubilar a Android«. El portal especializado en tecnología alaba que es «más seguro» y «más rápido» que sus competidores, y prevé que Google y Apple tendrán consecuencias, especialmente cuando el OS se expanda a más dispositivos durante los próximos tres años.
El digital Topes de Gama también concedió los vítores a Huawei por su sistema operativo. Analizando la nueva Smart TV de Honor, aseguró que «además de poder controlar cualquier gadget compatible desde la pantalla inteligente Honor Vision, también podrás ver las cámaras internas de tu coche. O cuando recibas una videollamada, transmitir el sonido a un altavoz inteligente y reproducir la imagen en la pantalla» del televisor.
Harmony se instalará en wearables y portátiles en 2020, y se expandirá a toda la gama de dispositivos durante los próximos tres años, según previsiones de Huawei. No obstante, cualquier movimiento en falso de Trump obligará al gigante chino a anticipar su introducción en el sector de los smartphones, y como sus valoraciones sean tan positivas el pánico se trasladará a las oficinas de Google y Apple.
Con Harmony, o Hongmeng, Huawei soluciona uno de sus inconvenientes –la posibilidad de no poder usar Android, el principal sistema operativo en el mundo, en sus móviles– pero también sube la barra en el sector, al remediar uno de los grandes yerros del internet de las cosas: que los dispositivos estén en apariencia conectados pero que sus sistemas muchas veces sean incompatibles o incluso completos extraños.