Houston, a Elon Musk: ni whisky ni porros en público
La NASA requiere al CEO de Space X que se 'comporte apropiadamente' en público si quiere enviar a sus astronautas al espacio
Que el presidente de cualquier compañía que, como sucede con Space X, aspira a enviar a sus astronautas al espacio se muestre en público bebiendo whisky y fumando porros es algo que «no inspira confianza» a Jim Bridenstine, administrador de la agencia espacial NASA. «Ese no es un buen ejemplo de cómo debe comportarse quien dirige una organización que va a lanzar astronautas estadounidenses,» añade.
El pasado mes de septiembre Elon Musk fue visto fumando marihuana y bebiendo whisky mientras participaba en el podcast del humorista Joe Rogan, que se retransmite en directo a través de internet.
Fue precisamente Joe Rogan, el anfitrión, quien ofreció el cigarrillo con marihuana a Musk mientras charlaban distendidamente sobre temas como Tesla o la inteligencia artificial. A pesar de que Rogan le advirtió de que igual no era buena idea que lo fumara «por los inversores», Musk le restó importancia alegando que era legal.
Pero, aunque legal, aquel porro en público le supuso a Musk más de un problema, en Twitter y en el mundo real.
Uno de ellos involucraba a la NASA y a Space X. La compañía aeroespacial que dirige Musk aspira a lanzar al espacio astronautas de la agencia gubernamental. Además tiene o aspira a conseguir contratos con otras agencias estatales, caso de la fuerza aérea.
Reacción de la NASA
A raíz de aquellas caladas la NASA inició a principios de este mes una «auditoria de comportamiento» y de «cultura laboral» a algunas de sus contratista, incluyendo a Boeing además de a Space X, según desveló hace unas semanas The Washington Post, para «garantizar que esas compañías cumplen con los requisitos de seguridad de la NASA, incluyendo entornos libres de drogas.»
A pesar de la relativa importancia que puede tener que Elon Musk fume marihuana en público, cuando se trata de la NASA el asunto está lejos de ser trivial: «Incluso si fumar hierba es legal en California», dicen en TNW, la reacción precavida y hasta conservadora de la NASA «es lógica cuando la agencia es la responsable última de las vidas de sus astronautas.»