Hackers, makers y voluntarios se organizan contra el Covid-19

En todo el mundo miles de personas improvisan y exploran soluciones de todo tipo para resolver la falta de respiradores artificiales en los hospitales

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Desde sencillas mascarillas de tejido a protectores faciales completos o complejos respiradores artificiales. Cada vez son más las iniciativas particulares —de ciudadanos y empresas— que trabajan de forma individual o en comunidad para fabricar con cualquier cosa que tengan a mano productos sanitarios de primera necesidad.

El pistoletazo de salida a este «hackatón global» para resolver necesidades sanitarias se dio hace unos días, cuando dos jóvenes italianos pusieron en marcha sus impresoras 3D y empezaron a fabricar válvulas de respiradores artificiales. La válvula se desecha después de su uso con cada paciente, por lo que desde el inicio de la pandemia se ha convertido en un consumible escaso además de caro.

«Caro» en los circuitos tradicionales de los proveedores de productos sanitarios, porque los italianos Cristian Fracassi y Massimo Temporelli fueron capaces de crear réplicas impresas en 3D con un coste de alrededor de un euro en material de impresión.

Desde entonces también en España se han puesto en marcha iniciativas similares; no solo para imprimir en 3D válvulas de respiradores, sino para fabricar los más complejos e imprescindibles respiradores artificiales.

Respiradores artificiales de «código abierto»

Los respiradores artificiales son esenciales para el tratamiento de casos extremadamente graves del Covid-19 —la enfermedad causada por el coronavirus SARS-nCov-2— ya que respira por el paciente o le ayuda a respirar cuando el daño en los pulmones impide que éstos realicen su función de forma natural.

Por tanto para muchos pacientes en cuidados intensivos tener acceso a un ventilador médico supone la diferencia entre vivir o morir. La escasez de estos aparatos ha llevado a ingenieros, médicos, y hackers a hacer que cada aparato pueda suministrar aire a varios pacientes simultáneamente, e incluso a su fabricación «desde cero» y al margen de los fabricantes de productos médicos.

Un ejemplo es el proyecto OxyGEN, iniciado por la empresa barcelonesa Protofy.xyz, que trabaja en el desarrollo de un respirador artificial de código abierto: es decir, que cualquier persona o entidad que tenga medios, conocimiento e interés podrá fabricar libremente cuantos pueda o quiera; como ha sido el caso de Seat, utilizando impresión 3D y motores de limpiaparabrisas. 

Un prototipo camino de las pruebas clínicas

El diseño de OxyGEN es que están utilizando y probando grupos de trabajo de voluntarios como Reesistencia Team, que este fin de semana completaban su primero prototipo con capacidad para asistir la respiración de varios pacientes a la vez.

Sin embargo que estos ingenios puedan entrar en las UCI utilizarse con seguridad es necesario someterlos a pruebas clínicas. Algo que el Gobierno de Asturias está impulsando a través de la Universidad de Oviedo y el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) —según informa La voz de Asturias— y como paso previo a financiar su fabricación en masa.

Como curiosidad, estos respiradores artificiales utilizan boquillas de los etilómetros de las alcoholemias donados por la Guardia Civil,

Mientras tanto en toda España decenas y cientos de impresoras 3D, tanto de particulares como de empleados de Renault, están imprimiendo viseras protectoras —a las que se les acopla después una lámina de plexiglás transparente— para proteger a los profesionales de salud que se mantienen en permanente contacto con la infección.

Tech for Covid Spain: un repositorio de iniciativas tecnológicas de empresas y ciudadanos

La Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) ha puesto en marcha Tech for Covid Spain, una página web a través de la cual se pueden conocer y dar a conocer iniciativas tecnológicas desarrolladas por empresas y ciudadanos para amortiguar el impacto de la crisis sanitaria provocada por el Covid19, en cinco áreas: apoyo a empresas, ayuda sanitaria y administración pública, ayuda al confinamiento, educación y teleformación, información y sensibilización.

Según Carina Szpilkapresidenta de Adigital, «es importante que estas iniciativas tengan visibilidad y uso, y confiamos en que reunirlas en una misma plataforma sirva también para conectarlas y abrir nuevas vías de comunicación y cooperación entre ellas.»

Cualquier proyecto que pueda contribuir de algún modo a aliviar los efectos de la crisis en alguna de esas cinco categorías puede enviarse a la web Tech for Covid Spain. El único requisito es que las iniciativas presentadas sean probono o gratuitas, sin ningún tipo de interés comercial o ánimo de lucro.

EconomĂ­a Digital

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