Faraday Future, competidor de Tesla, recibe 2.000 millones de dólares
La start-up presentó su primer coche eléctrico hace más de un año, pero la falta de fondos ha dificultado sus planes para fabricarlo
Esta semana el comité encargado de supervisar la inversiones extrajeras en EE UU ha dado luz verde a los 2.000 millones de dólares procedentes de un fondo con sede en Hong-Kong y con destino a la maltrecha caja de Faraday Future. La inversión se completará en varios tramos entre 2018 y 2020, y convertirá al fondo inversor, Evergrande Health, en el principal accionista de la compañía.
Cuando en el sector muchos ya empezaban a tener dudas acerca de la continuidad de Faraday Futre la compañía se muestra ahora más dispuesta que nunca a retomar inmediatamente sus planes de «finalizar el desarrollo y entregar los primeros FF 91 de producción en los mercados de EE UU y China», según un comunicado de la compañía.
Un superdeportivo eléctrico de 1000 CV
La aspiración de Faraday Future de construir un supercoche eléctrico viene de lejos, pero hasta ahora ha avanzado a una velocidad discreta. En enero del año pasado la compañía presentó su primer modelo, el FF 91. Los problemas financieros y la salida de varios puestos clave de la compañía llevaron a Faraday Future a renunciar su plan de construir una factoría en Las Vegas.
La start-up tecnológica había mostrado su primer prototipo en enero de 2016, aunque no era un vehículo funcional. En cambio Faraday Future lo utilizó a modo de ‘tarjeta de presentación’ y para dejar claro que aspira a competir con Bentley, Ferrari, Tesla, BMW, Jaguar o Porsche en lo que a vehículos de altas prestaciones, eléctricos o no, se refiere.
Como prueba adicional Faraday Future se atrevió a enfrentar su siguiente prototipo, este ya sí funcional, contra un Ferrari 488 GTB, un Bentley Bentayga y un Tesla Model X P100D. El prototipo batió a todos —según el vídeo de la compañía— sin quitarse si quiera el camuflaje estético.
En una demostración de fuerza posterior Faraday Future intentó que el FF 91 se hiciese con el récord en el ascenso a Pikes Peak en la categoría de vehículo eléctrico de producción. Logró el récord; pero no lo ostenta al no ser un vehículo eléctrico de producción, ni entonces ni después. Ese título todavía lo tiene el Tesla Model S.
Innovación, altas prestaciones y conducción autónoma
El FF 91 es un sedán eléctrico de cuatro puertas y más de 1000 CV de potencia. En concreto 1050 CV a las ruedas traseras que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 2,39 segundos con una autonomía de entre 600 y 700 km. Con una cargador doméstico el 50 por ciento de la batería se carga en menos de cinco horas, tiempo que se reduce a una hora con un cargador de alta potencia.
Características como los asientos «inspirados en los utilizados por la NASA para gravedad cero» y el reconocimiento facial para identificar al conductor son dos muestras del nivel de equipamiento del FF 91.
Sobre el papel resulta incluso demasiado bueno para ser verdad, sobre todo teniendo en cuenta que además se trataría del primer vehículo de producción en incorporar un radar 3D (Lidar), un elemento clave en los vehículos autónomos o semiautónomos. El radar emerge del capó cuando se activa la función y se oculta cuando no es necesario.
Según expertos del sector un vehículo así puede costar el doble de lo que cuesta cualquier Tesla, por lo que el FF 91 competiría con superdeportivos cuyos precio se sitúa en entorno al cuarto de millón de dólares.
Cuando se anunció en 2017 y en forma de producción limitada a doce unidades el objetivo era iniciar las entregas en 2018, año en el que Faraday Future tenía pensado comenzar a fabricarlo. Pero una vez superado el ecuador de 2018 todavía no hay coches y Faraday Future ni siquiera tiene listas las instalaciones donde fabricarlos. Aunque con esta inversión y salvo imprevisto esta vez ya sí que debería ser ya sólo una cuestión de plazos.