Facebook y MIT inventan un esquema postal para los «sin dirección»
Los investigadores de Facebook y MIT inventan un sistema de aprendizaje automático que genera direcciones físicas de lugares en el "olvido postal"
Quizá uno de los aspectos más emocionantes de migrar de un país en vías de desarrollo a uno más avanzado es la facilidad de contacto a través del sistema postal. Un detalle que para muchos europeos es tan dado como el acceso al agua potable representa un lujo para millones de personas. Recibir en la puerta de la casa un pedido de compras por internet, o la correspondencia del ayuntamiento para actualizar los datos, es una comodidad que en muchos países no pasa de leyenda.
Se calcula que 4.000 millones de personas (el 55% de la población mundial) no tienen una dirección física, lo que no solo complica asuntos hasta cierto punto frívolos como el comercio digital y las entregas postales, sino también otros de mayor importancia, como la atención sanitaria o el amparo en casos de desastre natural. La carencia de una dirección física impide a millones de personas, también, acceder a créditos o microcréditos, y entorpece los asuntos administrativos.
En términos generales, que tantas personas residan en lugares sin nombre ni dirección –y que en su defecto expliquen sus domicilios en términos coloquiales, como, por ejemplo, «de la iglesia 200 metros al norte, en la casa amarilla»– no solo les deja desamparados, sino que ralentiza el desarrollo global. Con la meta de revertir esto surgen varias alternativas tecnológicas para agilizar la nomenclatura de calles y avenidas, la más reciente de la mano del «machine learning» (o aprendizaje automático).
Aprendizaje automático para extender el sistema postal
Los investigadores de Facebook y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollaron un algoritmo de aprendizaje automático y profundo («deep learning») que puede extraer los píxeles de las carreteras y el asfalto al ver imágenes de satélite. A su vez, un segundo algoritmo conecta los píxeles para dar forma a una red de carreteras, con lo que queda activado un plano de los lugares.
Después, el sistema analiza la densidad y la forma de las calles para segmentar la red en diferentes comunidades, y da el estatus de centro de la ciudad a aquellos lugares con mayor densidad. Con el centro definido, se dividen las regiones que le rodean en cuadrantes norte, sur, este y oeste, y se numeran las calles con letras y números que explican su orientación y distancia desde la zona de mayor densidad.
Los científicos pusieron a prueba el sistema con resultados extraordinarios. Al comparar los resultados finales con una muestra aleatoria de terrenos indefinidos cuyas calles se etiquetaron manualmente, el sistema de aprendizaje automático denominó con éxito más del 80% de las áreas pobladas. Su cobertura, en las primeras pruebas, ya es mejor que la de Google Maps u Open Street Maps.
«Es brillante. Si puede codificar el sistema para generar direcciones basadas en convenciones locales, sería increíblemente eficiente y rentable», comentó el abogado internacional y fundador de la Global Address Data Association (la asociación global de datos de direcciones), Charles Prescott. No obstante, recordó que «generar las direcciones no es el primer problema», realmente, sino «hacer que la gente las adopte».
Las direcciones postales de tres palabras
El sistema de aprendizaje automático desarrollado por Facebook y el MIT sigue los pasos de otro desarrollo informático relacionado con las direcciones físicas. Desde hace varios años, la empresa británica what3words inventó un programa que concede una combinación única de tres palabras para identificar aquellos lugares sin dirección postal. Por ejemplo, si el sistema nombra un lugar «vaca.negra.bosque», será el único en el mundo con ese nombre, por lo que se podría utilizar para realizar envíos postales.
Turquía, Mongolia y Sudáfrica ya adoptan la tecnología de what3words, pero los investigadores del MIT defienden que su sistema es más eficaz en el tanto también ayuda a los residentes a entender la relación entre dos direcciones distintas. «Queremos direcciones con las que las personas se puedan relacionar de forma intuitiva», explicó Ilke Demir, de Facebook, uno de los científicos que participó en el proyecto.
Algunos de los detalles que serán determinantes para la adopción apropiada de un esquema postal son la coherencia de los nombres con la cultura de un país, y el distanciamiento con cualquier sistema que parezca remotamente impuesto. El equipo de investigadores de MIT y Facebook creen que sus avances son notables en ese sentido y quieren conectar con socios sin fines de lucro para poner el sistema en práctica.