Europa resiste a la presión de EE UU para vetar las redes 5G de Huawei
Alemania asume una postura diplomática sobre Huawei y las 'telecos' españolas recuerdan que no hay evidencia de mala conducta por parte de la firma china
Las advertencias del Ejecutivo de Donald Trump surten poco efecto en la Unión Europea (UE). Después de más de un año de una presión dirigida desde EEUU para que las grandes economías se lo piensen dos veces antes de permitir a Huawei hacerse con sus redes 5G, por presuntos fallos de seguridad, los países del bloque no tienen evidencia suficiente para hacer caso a Washington.
Alemania, que hace dos semanas pedía garantías «antiespionaje» a la tecnológica china, ya rechaza las afirmaciones de que el fabricante es un riesgo para la seguridad, en respuesta a los señalamientos del Gobierno de Trump que indican que las autoridades chinas podrían espiar a sus pares en el mundo por medio de los equipos de información desarrollados por la compañía.
Mientras tanto, en España, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aseguró que, antes de tomar cualquier decisión, prefiere «basarse en hechos en lugar de en opiniones». La teleco española se suscribe a la postura de GSMA, organizadora del Mobile World Congress, que recordó esta semana que aún no se ha presentado ninguna prueba contundente contra Huawei.
Alemania asume una postura diplomática sobre Huawei
El gabinete de Angela Merkel se reunió el pasado fin de semana para analizar la situación de Huawei y rechazó de plano los esfuerzos de EEUU para imponer una prohibición global a la tecnológica. Los servicios de seguridad germánicos prepararon un informe técnico en el que avisaron al Ejecutivo que no han encontrado evidencia de espionaje en las redes 5G de la firma china.
De la misma forma que ha venido fallando el Reino Unido, los servicios de seguridad alemanes no pueden encontrar evidencia de que Huawei instale «puertas traseras» en sus productos. Y, si bien los cargos de Merkel optan por la diplomacia (sin rechazar o aupar a Huawei), un comisionado de protección de datos sí que recordó que había evidencia de que sí que EEUU instaló «puertas traseras» en los equipos de Cisco.
Ulrich Kelber, el comisionado alemán que rompió la diplomacia, dijo esta semana en una entrevista que le parecía «muy interesante que solo los estadounidenses adviertan contra Huawei». El Gobierno de Trump defiende su campaña para socavar a la tecnológica argumentando que el Ejecutivo chino pasó una ley en 2017 que obliga a sus compañías a cooperar con sus agencias de inteligencia si se les solicita colaboración.
Pero quienes se oponen a las acusaciones de EEUU recuerdan que el Gobierno estadounidense tiene una ley similar en pie. The Register resume la situación en la UE así: «Hay, por supuesto, un riesgo con Huawei, como lo hay con el equipo americano, y los europeos están atrapados en el medio deseando no molestar a ninguna de las partes, que son a su vez importantes socios comerciales».
España tampoco se une a la guerra contra Huawei
En España, GSMA avisó el lunes que restringir los equipos de Huawei, «potencialmente, podría poner en peligro el funcionamiento de las redes 4G existentes sobre las cuales se pretende construir las de 5G» y apuesta, en cambio, por un «modelo de certificación común» para garantizar la seguridad de los equipos 5G antes de ser instalados.
Por su parte, Álvarez-Pallete advirtió de que «cualquier restricción en los suministradores impactará en el precio y supondrá un retraso en la implantación del 5G». Y dijo que, de momento, no hay indicios de «ninguna mala conducta» en ninguno de los suministradores con los que trabaja Telefónica. El consejero delegado de Orange España, Laurent Paillassot, también se suscribió a esta postura.