Elon Musk pone en órbita sus satélites para ofrecer internet
El modelo de satélites Starlink de Spacex tiene como objetivo proporcionar Internet de alta velocidad desde el espacio
La compañía espacial de Elon Musk, Spacex, ha puesto en órbita los primeros 60 satélites de los 12.000 que tiene previsto lanzar y que, según los planes del fundador de Tesla, llevarán Internet a todo el mundo.
Musk compartió una imagen de la parte delantera de la nave, donde se encuentran los satélites que, posteriormente, se pondrán en órbita gracias al Falcon 9. El vehículo de 70 metros de altura ha despegado esta pasada madrugada en el Complejo de Lanzamiento Espacial-40 en Cabo Cañaveral, Florida.
Este lanzamiento es el tercero en dos semanas. Spacex intentó originalmente poner en marcha la misión el 15 de mayo, pero los vientos de gran altitud resultaban demasiado amenazadores para el proyecto. La compañía dijo que lo intentaría un día después, pero lo canceló poco antes del despegue para actualizar el software de sus cinco docenas de satélites.
En esta ocasión, las condiciones climáticas han sido favorables para este lanzamiento, según la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que informó de que sólo había un 10% o menos de probabilidad de vientos fuertes, grandes nubes u otros problemas atmosféricos que causaran un retraso. «Es probable que muchas cosas salgan mal en la primera misión», dijo en Twitter el 11 de mayo.
Much will likely go wrong on 1st mission. Also, 6 more launches of 60 sats needed for minor coverage, 12 for moderate.
— Elon Musk (@elonmusk) 12 de mayo de 2019
Para ahorrarse decenas de millones de dólares, Spacex ha confiado en un propulsor de cohetes de 16 pisos que ya había sido lanzado dos veces anteriormente y que ayudó a poner en órbita satélites comerciales en septiembre y enero.
Musk ha explicado que el lanzamiento de Starlink también ha reutilizado carenados — mitades parecidas a conchas de almeja que conforman la nariz o el cono de un cohete — que ya utilizaron en el lanzamiento de una de sus naves el 11 de abril.
Cada satélite pesa alrededor de 227 kilogramos
Spacex ha emitido un vídeo en directo del lanzamiento que comenzó unos 15 minutos antes del despegue (que puedes ver al final de la noticia).
Durante un encuentro con periodistas el pasado 15 de mayo, Musk señaló que la retransmisión mostraría que los satélites, cada uno de los cuales pesa alrededor de 227 kilogramos, se desplegarían unas dos o tres horas después del lanzamiento.
Añadió que lo que se muestra en la retransmisión por internet tiene un aspecto muy inusual. «Va a ser un despliegue muy lento, en el que rotaremos la etapa [superior], y cada uno de los satélites de la pila tiene una inercia diferente. Será como esparcir una baraja de cartas sobre una mesa. Esto parecerá un poco raro comparado con otros despliegues de satélites. Puede que haya algún contacto, pero los satélites están diseñados para tenerlo en cuenta», explicó.
Una vez que el satélite esté en el espacio, realizará algunas comprobaciones, calentará los motores de iones y se desplazará gradualmente a una posición final y a una órbita más alta, desde 440 kilómetros -273 millas- hasta 550 kilómetros -342 millas- de altura. «Creo que tendremos éxito, pero no es seguro», afirmó.
Qué es Starlink y por qué es importante
Spacex planea completar su proyecto Starlink en 2027, que es la fecha límite de despliegue completa emitida por la Comisión Federal de Comunicaciones.
En su versión final, la iniciativa contará con unos 12.000 satélites —seis veces el número de todas las naves espaciales operativas ahora en órbita— en varios proyectiles orbitales. Cada uno de ellos se conectará con otros cuatro a través de rayos láser, creando una robusta red alrededor de la Tierra.
El objetivo es utilizar Starlink es ofrecer internet a una velocidad cercana a la que la luz viaja a través de un vacío -que es aproximadamente un 50% más rápida que lo que la luz que puede viajar a través del vidrio en los cables de fibra óptica-.
Musk ha dicho que una docena de lanzamientos de 60 satélites podrían traer un servicio a EEUU. Fuente: EFE
Los primeros 60 satélites no son un diseño final, ya que carecen de los enlaces láser. Pero están lo suficientemente cerca para ayudar a Spacex a probar varias tecnologías clave necesarias para que Starlink funcione.
A medida que la red de satélites Starlink se desarrolla en el espacio, la mayoría de los lugares de la Tierra podrían tener acceso a conexiones de Internet de alta velocidad, baja latencia y asequibles que compiten con la velocidad de las que se encuentran en las ciudades bien cableadas. Incluso, el despliegue parcial de Starlink beneficiaría al sector financiero y llevaría Internet de banda ancha a zonas rurales y remotas.
Musk ha dicho que una docena de lanzamientos de 60 satélites podrían traer un servicio “menor” a Estados Unidos, en torno a 24 podrían traer un servicio «moderado» y casi global, y 30 consolidarían una robusta red global. Sin embargo, ha asegurado que se necesitarían unos 1.000 satélites, o unos 17 lanzamientos, para hacer de Starlink una empresa rentable.
Completar el proyecto de los 12.000 satélites puede costar 10.000 millones de dólares. Fuente: YouTube
Basándose en las estimaciones de Musk, Spacex tiene previsto lanzar 60 satélites Starlink 15 veces al año, lo que significa que una red mundial sólida podrá realizarse en poco más de un año.
Completar el proyecto de los 12.000 satélites puede costar 10.000 millones de dólares o más, según Gwynne Shotwell, presidenta y directora de operaciones de Spacex.
Pero Musk estima que los ingresos de Starlink podrían captar entre el 3 y el 5% de un mercado de telecomunicaciones de uno billón de dólares, lo que se traduce en unos ingresos anuales de entre 30.000 y 50.000 millones de dólares, muy superiores a los que la empresa obtiene al lanzar cargas útiles para compañías externas o para el gobierno de Estados Unidos.
«Esta es la nueva red más emocionante que hemos visto en mucho tiempo», asegura a Business Insider Mark Handley, investigador de redes informáticas del University College London que ha estudiado Starlink. Asegura que el proyecto podría afectar las vidas de «potencialmente todo el mundo».
Noticia original de Business Insider. Autor: Dave Mosher