El resurgir de los discos de vinilo (o el deseo por lo tangible)
Por qué en los últimos años ha crecido el interés por la música en soporte físico como las cintas de casete y los discos de vinilo
Aunque los formatos digitales garantizan una calidad de sonido libre de imperfecciones y siempre fieles, cada vez más personas se sienten atraídas por la música en soportes físicos aparentemente obsoletos y técnicamente superados, como las cintas de casete o los discos de vinilo.
Este interés creciente en parte se debe a una cuestión tan simple como que mucha gente conserva colecciones de discos (en algunos casos suyas, en otras de sus padres) y de casetes con cierto valor emocional. Especialmente en el caso de las cintas domésticas que contienen una combinación de música única y, a menudo, recopiladas y ordenadas o por alguien especial, para alguna ocasión concreta o en un momento personal concreto.
El factor nostalgia también es determinante, como demuestra el hecho de que existen apps móviles que reproducen la música digital con efectos «antiguos» como el crepitar característico de los discos de vinilo.
Tocadiscos Auna Peggy Sue, a la venta en Amazon. Fotografía: Auna
También sucede que «cuando algo nos apasiona, como puede ser la música,» deseamos percibirlo «a través de cuanto más sentidos mejor», lo que incluye el tacto o el olor. Con los contenidos digitales y a pasear de todas sus virtudes, desparecen muchos estímulos.
Tocadiscos Mustang Audio Ion, a la venta en Amazon. Fotografía: Ion
Otra prueba es buena parte del creciente catálogo de tocadiscos que se pueden comprar hoy presentan una estética vintage. Algunos ejemplos son el tocadiscos Audio Mustang de Ion reproduce la imagen del autorradio de un Ford Mustang de 1965 o el tocadiscos Viflykoo fabricado con madera natural.
Tampoco falta una amplia variedad de tocadiscos «portátiles» de entonces, en formato maletín, caso del tocadiscos Peggy Sue de Auna.
Tocadiscos Verticalo de Auna, a la venta en Amazon. Fotografía: Auna
Otros tocadiscos actuales simplemente reproducen las mismas formas que tenían los equipos de música de los años 80 y 90, que fue cuando comenzó su extinción en masa.
Por ejemplo, los nuevos tocadiscos de Pioneer o los tocadiscos de Audio-Technica de hoy no son muy diferentes a cómo eran los de hace 30 años.
Tocadiscos LX310BT de Sony, anunciado recientemente. Fotografía: Sony
Eso sí, muchos tocadiscos actuales han incorporado y se benefician de tecnologías recientes: el último tocadiscos de Sony (anunciado para este año) tiene conectividad Bluetooth para conectarlo y escuchar la música procedente de los discos en altavoces sin cables, con la máxima calidad, y también hay tocadiscos con salida USB para grabar la música desde el disco al ordenador o a una memoria USB.