El plan de Amazon para automatizar todo el comercio online

Después de echar a andar sus robots de entrega, Amazon anuncia nuevas inversiones en proyectos de autonomía vehicular que desvelan su visión de futuro

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Amazon ya es una de las compañías más poderosas del mundo, pero para rozar la perfección a la que aspira Jeff Bezos hace falta más trabajo. No contento con ser el líder mundial del comercio online, el portal minorista tiene un ambicioso plan: controlar cada parte del proceso de compra, por insignificante que sea, desde el clic que echa a andar una transacción hasta la entrega en la puerta de casa.

Esto no será posible sin la automatización. Y la automatización total, a su vez, no podrá alcanzarse sin un periodo de debate público. Por este motivo Amazon se guardó hasta las últimas instancias el secreto de su primera flota de robots autónomos para realizar entregas. Scout, el robot de Amazon, empezó a funcionar en modo de prueba casi al momento en que el mundo conoció su existencia.

La llegada a las calles y aceras de este pequeño vehículo autónomo fue tan sorprendente que los legisladores de Washington tuvieron que correr para iniciar un debate sobre cómo regular los robots de entrega en las ciudades. De momento, Amazon Scout recorre el espacio público según sus propias reglas, puesto que no tiene aún una normativa con la que medirse.

Pero Scout es tan solo una parte del plan. El incentivo de automatizar todo el proceso minorista no es baladí: KPMG ha dicho que los coches autónomos facilitarán los envíos más rápidos y baratos, y McKinsey estima que la tecnología podría representar un ahorro de hasta el 40% comparado con el coste de realizar entregas de la forma tradicional.

Amazon llena el rompecabezas para surgir en el futuro

El proceso de entrega es el que menos desarrollado tenía Amazon de su misión para automatizarlo todo; por eso las noticias recientes son relevantes. La tecnológica de Bezos ya ha implementado almacenes robotizados, ha desarrollado complejos algoritmos para poner orden a su portal de ventas, y ha experimentado con drones para los envíos.

Después de acostumbrar a los consumidores a las entregas rápidas, y de meterse en problemas con las empresas de transporte de paquetería en EEUU, Amazon tiene ahora miles de camionetas e incluso aviones para agilizar sus envíos. Ninguno de sus competidores, en el mundo virtual o físico, tiene una maquinaria como la de Amazon, que a veces parece tener el interés de prescindir de todos los proveedores.

Paralelamente, la tecnológica intenta resolver los desafíos de la inmediatez temporal y espacial, mientras desarrolla las herramientas de las que tirará en el futuro. En 2017, la compañía creó un equipo de trabajo para investigar la autonomía vehicular. En 2018, se asoció con Toyota para explorar las entregas con coches autónomos. Y ya ha usado camionetas autónomas de carga en EEUU, recordó Axios.

Pero las decisiones sobre automatización se han redoblado desde que en enero se anunció la puesta en marcha de Amazon Scout. En febrero, la tecnológica se sumó a una ronda de financiación de 530 millones de dólares en la startup de coches autónomos Aurora Innovation, dirigida por ingenieros de Google, Tesla y Uber.

También este mes, Amazon lideró una ronda de financiación de 700 millones de dólares en la empresa de automoción Rivian, que desarrolló un chasis eléctrico modular que se puede adaptar a casi cualquier vehículo, lo que supone otro avance en la automatización. Las tecnologías de Aurora Innovation y Rivian llevarán a Amazon la automatización total de las entregas en el futuro.

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